Lucaya: Te amo a pesar de todo

Capitulo II

Maya:

Me desperté bastante temprano ya que no pude dormir. Me doy un duchazo, me pongo mi ropa y salgo de casa para ir a la de Riley...

Llego bastante rápido, ella termina de desayunar y salimos a coger el metro.

Entramos en el y allí los veo, a Farkle y a Lucas sentado. A Farkle ahora le gusta ir en el metro ya que puede estar mas tiempo con Riley.

-Hola chicos-dijo Riley con una gran sonrisa

-Hola-respondieron ellos

-Maya, ¿estas bien?-dijo Lucas

-Si, estoy bien, solo...solo quiero estar sola

-Pero...

Me senté sola, sin decir una sola frase, tengo que terminar con Lucas. No creo que una relación funcione a larga distancia, tengo que decirles a todos que me voy, pero no se como así que prefiero separarme de ellos hasta cuando me vaya...

Luego de un tiempo llegamos a la preparatoria. Toda la clase pase mirando el pizarrón, Matthews se dio cuenta así que cuando se termino la clase y debía salir al receso el me llamo...

-Bien Maya, que te ocurre-dijo el 

-Nada, ya me puedo ir-conteste despectivamente

-No me engañas dilo

-No-dije acercándome mas a el

-Bien, entonces llamare a los chicos, ellos te harán hablar-comenzó a caminar hacia la puerta

-Okey, okey le diré

-Te escucho

-Ayer mi madre me contó que se va a casar con Shawn

-Y eso te tiene así

-Déjeme hablar

-Continua

-Debido a la boda yo tengo que ir a vivir a California 

-Por cuanto tiempo

-No lo se, pero me voy el domingo y supongo que como ya se acaba este año escolar me faltaría un año mas e iré a la universidad, tendré 18 y volveré a Nueva York

-¿Cuando le dirás a los chicos ?  

-No se como hablar con ellos

-Creo que sera tu misión, puedes irte

-Una ultima cosa, no le diga a los chicos sobre esto

-Por eso no te preocupes 

-Nos vemos luego

-Cuídate Maya

Iba a salir del salón pero volví a entrar y me abalance encima del señor Matthews y lo abrace

-Gracias, por todo

El me sonrió, salí del salón y me fui a la cafetería donde estaban todos, ellos solo me miraron sin decir nada, me senté en una silla y yo también no dije una sola palabra, así tendría que ser toda la semana.