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Me acomodo en una silla de la cocina tarareando una bella canción, la misma que Toriel entonaba para hacerme entrar en el sueño. Vaya, si que extraño mucho a mamá.

No es que me sienta incómoda o algo por el estilo pero Sans no puede ocupar ese casillero vacío que se llama "amor". Cuando digo amor me refiero a los sentimientos de cariño y relacionados que te demuestran a través de conductas y gestos, lo cual Sans lo hace...sí, con la diferencia que él demuestra forzadamente solo para no verme triste. Es duro de alma.
Cual extraña razón siento que antes era distinto, antes de un evento que ocurrió y acabó con la vida de mi preciada mamá.

No puedo rebobinar a lo que sucedió hace seis meses, mi mente está bloqueada, ni formar siquiera la silueta de la persona que me enseñó darle otro significado a la vida.

A veces pienso que Sans miente con lo anterior: Toriel no murió por protegerme del ataque de un monstruo.

Y otras veces pienso que es sólo una pieza del rompecabezas.

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