Al otro día:
Me dirigí a la escuela, creo que estaba un poco mejor, me había desahogado, no es en vano eso de que llorar alivia el alma.
Al llegar saludé a mis amigas, Dana, Katy e Isa, y a los demás por educación. Después de un rato llegó la profesora y nos dijo que el viernes teníamos un concurso de jardinería, grado contra grado, era algo así como una competencia de quien hacía el jardín más bello. Y bueno, el grupo era completo, todo el curso unido.
Por alguna razón me alegré, al fin algo fuera de lo normal en mi sosa vida.
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Nunca digas nunca.
Teen FictionPrólogo: Durante la vida pasamos muchas cosas, algunas de nuestro agrado, otras no, y hay veces en las que sientes que ya no vale la pena seguir luchando y quieres rendirte y olvidar todo. Tal vez el problema sea que ya no tengas ni una esperanza n...