Prólogo

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Somos almas libres de decisión o eso me enseñaron de pequeño el peso de cada decisión marcara nuestro futuro eh creído eso toda mi vida y ahora que he tomado una decisión me doy cuenta de la verdad que conlleva todo lo que hago o lo que digo en mi día a día.

Destino, es como el hilo rojo dicen que cada persona tiene a su predestinado aunque ese hilo que está amarrado al dedo meñique se enrolle, se estire, se aleje, se ignore siempre, siempre vuelve a tu lado pero que pasa si ese hilo se rompe es uno mismo quien toma la decisión de atar las dos partes o simplemente que esas artes se alejen.

Familia, apellidos o pertenencia, el hogar al que vuelves después de un largo día para los jóvenes un largo día de aulas en el colegio o en la universidad para un adulto con obligaciones es llegar a casa después de un día de trabajo, para mí un hogar es... es... recién a mis 36 años llegar a casa después de mi trabajo y besar la frente de mi hijo darle su cena hacerlo dormir y luego por la mañana vestirlo llevarlo al colegio y mi rutina será siempre así excepto los viernes y los lunes esos días mi familia se reducía a uno solo yo... ¿Por qué? Es solo una decisión que mi persona tomo sin vacilación.

Amor, conocí el amor en la adolescencia con mi mejor amigo lo ame a mi modo quizás no era amor talvez un dejo de soledad él me amaba no lo dudo y me arrepiento de no amarlo con la misma intensidad, hice el falso amor con mi mejor amigo dándole lo único que podía, mi cuerpo nunca se negó a nada porque le quería no como un amante lo quería como un amigo como un mejor amigo el cual me amaba y deseaba; conocí el amor en la universidad fue un flash para mis ojos, una grosería para mi labios, un latido para mi corazón marchito, sus ojos rasgados no eran grandes como los míos pero eran lo suficiente sinceros como para que el mundo blanco y negro que se esparcía a mi alrededor se iluminara con tan solo una mirada suya, lo ame a mi manera egoísta no como a un amigo sino como un amante, hice el amor con él no le entregue mi cuerpo le di toda mi alma y ahora solo en mi habitación rodeado de la oscuridad que tanto detesto debo decir que para mí el amor es seguirlo amando a mi manera egoísta que solo lo quiere para mí, pero que es esa manera egoísta de no salir herido la que lo alejo fue esa decisión envenenada no por un vino sino por el veneno de mi egoísmo, fue esa maldita decisión de dejarlo ir.

Gracias por leer n.n

Angustia SilenciosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora