LA ÚLTIMA DE las grandes migraciones hacia Poniente ocurrió mucho tiempo después de la llegada de los
Primeros Hombres y de los Ándalos. Una vez que las guerras Ghiscari terminaron, los señores dragón de
Valyria volvieron su mirada hacia el oeste donde el creciente poderío Valyrio llevó al Feudo y a sus colonias a
entrar en conflicto con los pueblos del Rhoyne.
El río más caudaloso del mundo, y los múltiples afluentes del Rhoyne se extendían por gran parte del
occidente de Essos. A lo largo de sus orillas había surgido una civilización y cultura tan legendaria y antigua
como la del Viejo Imperio de Ghis. Los Rhoynar se habían enriquecido con la generosidad de su río; la Madre
Rhoyne, como la llamaban.
Pescadores, comerciantes, maestros, eruditos, trabajadores de la madera, la piedra y el metal, ellos erigieron
sus elegantes ciudades y pueblos desde la cabecera hasta las desembocaduras del Rhoyne, cada una más bella
que la anterior. Estaba Ghoyan Drohe en las Colinas de Terciopelo, con sus arboledas y sus cascadas; Ny sar, la
ciudad de las fuentes, llena de música; Ar Noy en el Qhoyne, con sus salas de mármol verde; la pálida Sar Mell
de las flores; Sarhoy a orillas del mar con sus canales y jardines de agua salada; y Chroyane, la más grande de
todas, la ciudad festiva con su grandioso Palacio del Amor.
El arte y la música florecieron en el Rhoyne, y se dice que su gente tenía su propia magia- una magia de agua
muy diferente de las hechicerías de Valyria que eran producto de la sangre y el fuego. Aunque estaban unidas
por la sangre, la cultura y el río que les había dado nacimiento, las ciudades Rhoynar eran extremadamente
independientes, cada una con su propio príncipe... o princesa, ya que entre estas gentes de los ríos, las
mujeres eran consideradas como iguales de los hombres.
Aunque generalmente eran un pueblo pacífico, los Rhoynar podían ser formidables cuando eran incitados,
como debió haber aprendido muy a su pesar más de algún aspirante a conquistador Ándalo. El guerrero
Rhoynar con su armadura de escamas plateadas, casco con forma de cabeza de pez, alta lanza, y escudo de
caparazón de tortuga era respetado y temido por aquellos que lo enfrentaban en batalla. Se decía que la
Madre Rhoyne misma les susurraba a sus hijos sobre cualquier amenaza, que los príncipes Rhoynar poseían
extraños, y misteriosos poderes, que las mujeres Rhoynar peleaban tan ferozmente como los hombres
Rhoynar, y que sus ciudades estaban protegidas por "murallas de agua" que se elevaban para ahogar a
cualquier enemigo.
Por varios siglos los Rhoynar vivieron en paz. Aunque muchos pueblos salvajes habitaban las colinas y bosques
alrededor de la Madre Rhoyne, todos se cuidaban de molestar a las gentes del río. Y los propios Rhoynar
mostraban poco interés en expandirse; el río era su hogar, su madre, y su diosa, y muy pocos de ellos
ESTÁS LEYENDO
El Mundo De Hielo Y Fuego
Fantasy"El mundo de Hielo y Fuego" es un libro escrito por George R. R. Martin (autor de la saga Juego de Tronos), una especie de enciclopedia, que nos guía a través del universo de su obra. Puede leerse como un preludio, aunque sería mejor haber leído ant...