Capítulo 4 :v

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La esencia del rubio se mezclaba meticulosamente con el tabaco y el olor a detergente en las sábanas, su corazón comenzó a latir fuertemente generándole un poco de asombro y una pequeña sonrisa se asomó a sus labios. Río de sus sentimientos mientras se revolcaba entre las chamarras.

—Ay Shizu-chan...—Habló mientras se acurrucaba lentamente en la cama—Me tienes todo pendejo...

—Con que te traigo "pendejo", eh?—Sonrió con burla, acercándose a donde se encontraba Izaya—Esto hace las cosas más fáciles...

—¿Sh-Shizuo?

♥°♥°♥°♥Escena omitidas del capítulo anterior ♥°♥°♥°♥

Después de la extenso maratón que corrió el rubio hacia su departamento y terminar de exitarse por el olor de la Pulga, subió un poco agitado por las escaleras ya qué quería distraerse un poco de todo lo que le estaba sucediendo.

—Ah... Izaya—Balbuceó bajo, para sí mismo.

Sin darse cuenta ya estaba en la última grada, otros diez pasos y podría entrar a su departamento. Pero simplemente no lo pudo hacer en ese momento.

¿Qué haría cuándo viera a la Pulga?
¿Lo iba a echar de su casa?
Shizuo tendría derecho de hacerlo, sin embargo, algo en su corazón le decía que no, que lo dejara pasar. Y tal vez disfrutar de su estadía...

Cuando su mano tocó la manija, una corriente eléctrica le pasó por la espalda. Su cuerpo se tensó y recargó su frente sobre la puerta. Muchas emociones se comenzaban a acumular en su pecho, la saliva no le pasaba por la garganta. Y comenzó a recordar, recordar sus momentos con Izaya... Y aunque todo eso no tenía sentido ahora que estaba exitado frente a la puerta, no quitaba el hecho de que el rubio poco a poco comenzaba a aceptar sus sentimientos por el informante.

Guardó con cuidado sus lentes violáceos y abrió la puerta cautelosamente.

—"Parezo un ladrón, Jajaja"—Pensó cerrando la puerta y caminando hacia su habitación, teniendo cuidado de no hacer ningún ruido.

♥°♥°♥°♥Fin del mini-flashback  ♥°♥°♥°♥

—¡Quítate de encima viejo verde!—Exclamó Izaya al sentir como el rubio caía sobre él después de acercarse a la cama.

—¿A quién le dices viejo?—Susurró Shizuo viendo de una forma no amigable al pelinegro.

—¿Tu pequeño cerebro no puede procesar tanta información, Shizu-chan?

—¡Cállate!—Dijo poniéndose en cuatro sobre Izaya, viendo su rostro lleno de sarcasmo y esa sonrisa de picardía.

—¿Vas a dejar salir tu otra parte de bestia, eh?—Amplió un poco más su sonrisa mientras  extendía los brazos, tratando de estirarse un poco.

—Tal vez...—Sonrió de forma ladina con un toque de malicia y sensualidad. Izaya le vio al principio un poco sorprendido, sin embargo, quería seguirle el juego.

—Oh, ya veo...—Dijo el informante relamiéndose los labios de manera provocativa—¿Y seré yo el primero en descubrir esa parte de ti?

—Tal parece que sí, Pulga—Sonrió apoyándose sobre sus codos para que su rostro quedara cerca del contrario—¿Acaso tienes miedo?

Izaya soltó una risotada que hizo estremecer al rubio. Este último, ya sentía muy apretados sus pantalones, pero el informante no daba afloje con sus acciones y actitud.

—Ay, Shizu-chan—Dijo mientras se le escapaba una pequeña risa, estiró los brazos y los pasó por el cuello al ex-barman—Yo te enseñaré cómo se hace...

Antes de que que rubio pudiera contestarle, Izaya pegó sus labios de una manera delicada para formar un beso con firmeza e intensidad. Shizuo abrió los ojos sorprendido, pero rápidamente le tomó el ritmo al informante, colocó una de sus manos en la espalda del pelinegro y la otra en su nuca para intensificar el beso.

—Nhg...—Izaya lamió el labio superior de Shizuo y luego abrió un poco la boca, el rubio no esperó e introdujo su lengua en la cavidad del contrario para comenzar a explorar con algo de rudeza, haciendo que al informante se le escapara uno que oteo gemido durante el beso.

—Shizu-chan...—Suspiró el pelinegro separándose suavemente de los labios contrarios para tomar aire. Su corazón estaba muy acelerado, sentía que en algún momento se saldría de su pecho. Bajó sus manos descansándolas sobre la cama, notando como el cuerpo del contrario se ponía tenso.

—Izaya, maldita pulga...—Soltó el rubio tapando de forma leve su boca con su brazo, el informante sólo sonrió ladino.

—¿Eres virgen aún, Shizuo?—Preguntó Izaya con un tono de burla en su voz, acercándose a la oreja de el rubio y rodeando de nuevo su cuello con sus brazos.

—¿A qué viene eso?—Respondió Shizuo colocando a Izaya con un poco de fuerza contra la cama, sin dejar que el otro se desprendiera de su cuerpo—¿Acaso tú lo eres?

—Mmh? Algo así...—Contestó antes de que el rubio volviera a unir sus labios con algo de sentimiento.


Perdón por no haber actualizado antes :c


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