Alex

45 3 1
                                    

Ver a Katie tan destrozada me partió el alma. Yo no quería que sufriera, pero tenía que hacerlo si quería salvarla. No podía saber que yo estaba vivo hasta haber acabado con Jack y Sara. La fiesta sería mi oportunidad para acabar con ellos de una vez por todas. Pensaban que yo estaba muerto. Era la ocasión perfecta para dar el golpe definitivo. Nadie se espera la venganza de un muerto.

-¿En qué piensas?-Mi amigo Dan era el único que sabía que yo estaba vivo. Él me estaba ayudando en todo este tema.

-¿Tu qué crees?

-Deberías dejar de pensar en Katie por un tiempo. Piensa que mañana todo habrá acabado y podrás volver con ella. Son veinticuatro horas tío. Aguanta. Es lo mejor-Él sabía que lo que me preocupaba era que Katie no quisiera saber nada de mí por todo lo que le estaba haciendo-Ella lo entenderá. No se va a alejar de ti por eso. Te quiere demasiado como para no perdonarte. Lo sabes Alex.

-Lo sé, pero me duele hacerle esto. No se merece sufrir más. Ya ha pasado por mucho en su vida. Le prometí que nunca la dejaría sola. Nunca antes había roto una promesa. Nunca Daniel. Lo sabes perfectamente.

-Ya lo sé, pero qué prefieres, ¿romper una promesa o salvar la vida de Katie?-No le contesté. Conocía perfectamente mi respuesta. Katie era todo para mí, y si para salvarla tenía que romper una promesa, lo haría sin dudarlo.

-Creo que deberíamos ir a preparar todo lo necesario para mañana-Yo estaría en la fiesta. Había conseguido infiltrarme. Al parecer nadie sospechaba del pianista. Siempre me funcionaba esa coartada. Dan vendría conmigo y cubriría las salidas. Si eses dos me reconocían e intentaban escapar, Dan los detendría. Nadie debía saber nada sobre lo que teníamos planeado mi amigo y yo. Si por algún motivo Guido o alguien de la base se enteraba de que yo estaba vivo, o que tenía pensado ir a la fiesta y acabar con Jack y Sara se meterían y arruinarían todo.

-Alex despierta-Me había quedado un poco distraído pensando en todo.

-No, solo estaba pensando. En mi casa tengo las armas preparadas y el traje. Tengo algunas para ti. Si quieres esta noche duerme en mi casa y así mañana tendremos tiempo de organizarnos bien.

-Sí, creo que es lo mejor. Voy a llamar a Candela para que sepa que no duermo en casa. No quiero que se preocupe, y teniendo en cuenta todo lo que está pasando no va a hacer preguntas. Sabe el cariño que te tengo.

-Sí, ya. ¿Qué le vas a contar mañana? No vas a estar en todo el día.

-No lo sé. Ya se me ocurrirá algo-Dan estaba tan agobiado como yo.

-Gracias por todo lo que estás haciendo por mí. No sé como agradecértelo. Sin ti nada de esto sería posible y lo más probable es que yo o Katie estuviéramos muertos.

-No tienes que darme las gracias por nada. Eres como un hermano para mí. Sabes que daría mi vida por protegerte.

-Ven aquí-Le di un fuerte abrazo a mi compañero.

Nos dirigimos a mi ático. El día había pasado muy rápido. Y todos estábamos agotados.

-¿Te importa ir tu delante? Tengo que hacer una cosa antes-Me subí en el coche y antes de marcharme bajé la ventanilla para despedirme de mi amigo-No tardaré mucho. Lo prometo.

-Ten cuidado que no te vea-Sabía lo que iba a hacer y no se interpuso. Tampoco iba a conseguir nada intentando evitarlo-Si te descubre solo tendremos problemas. Anda vete ya.

-Luego te cuento. Adiós-Me despedí de mi amigo y me dirigí a casa de Dan. Esta noche Katie se quedaría con Candela.

Desde la azotea del edificio de enfrente se miraba perfectamente el piso de mi amigo. Con un poco se suerte aun estaba despierta y podía verla, aunque solo fueran unos segundos. Cogí las llaves y abrí el edificio de enfrente. Dan y yo teníamos una copia de esas lleves por si pasaba algo. Si alguien intentaba entrar en su casa podríamos vigilar de frente y si era necesario, atacar. Seguíamos el mismo patrón en mi casa. Teníamos llaves del edifico de enfrente por si pasaba algo. Con nuestro trabajo, toda seguridad era poco. Por suerte, aun había luz en el piso. Pude ver a Candela preparando algo de cenar mientras Katie estaba en el sofá. Su cara era neutral. No había ni pizca de tristeza, ni rencor, ni odio... nada. Era imposible saber que se le estaba pasando por la cabeza en ese momento.

Después de un tiempo, se fueron a la cama y yo decidí volver a casa. Cuando llegue, Dan estaba esperándome despierto.

-¿Cómo ha ido? ¿La has podido ver?

-Sí, la he visto. Ahora no me apetece hablar de esto. Voy a limpiar la herida y me voy a dormir-Le di una palmada en la espalda y me metí en mi habitación.

Esa noche apenas pude dormir. No paraba de pensar en Katie. Yo nunca pedí enamorarme. Nunca quise esto. La vida se había vuelto en mi contra. Nunca me hubiese enamorado si llego a saber que iba a tener que pasar por todo esto. Pero hay cosas que son irremediables. El destino juega con la vida de las personas hay a veces puede resultar muy caprichoso. Y sino que me lo digan a mí.

Ya entraba luz por mi ventana, eso significaba que ya era de día. Tenía que preparar todo para la fiesta. Dan aun dormía. Creí que lo mejor era tocar un poco. No quería meter la pata y equivocarme al tocar la canción. Elegí mi canción favorita. Para el tipo de fiesta que era quedaría bien. No me había dado cuenta que Dan se había levantado y estaba escuchándome tocar.

-Te he despertado ¿Lo siento? Llevaba tiempo sin tocar y no quería cagarla.

-Tranquilo, ya estaba despierto. ¿Es Yann Tiersen?-Preguntó. Él sabía que me encantaban sus canciones.

-Sí. Es "Tabarly".

-Tu favorita-Añadió. Siempre la tocaba cuando necesitaba desconectar-Aun me acuerdo el día en que te convencí para que me dejaras grabarte. Fue cuando Candela y yo empezamos a salir. Tengo el video guardado en casa.

-Como olvidarlo. Esa noche lo pasamos bien. Ojala volvieran esas fiestas que hacíamos-Me estaba poniendo muy melancólico.

-Volverán. Dalo por hecho. Cuando todo esto acabé haremos una fiesta en mi casa. Tu, Katie, Candela y yo.

-Eso si no me odia.

-Déjalo ya. Por cierto deberías empezar a prepararte. La fiesta empieza a las cinco de la tarde.

Empezamos a prepararnos. Mientras yo me vestía, Dan preparó café.

-Vaya, te has puesto muy guapo. Es que quieres impresionar a alguien.

-Bueno, digamos que después de la fiesta tengo una cita importante. ¿Estás listo?

-Sí. Cuándo tú quieras.

-Bien, que empiece la fiesta-Nos subimos a mi coche y nos fuimos al hotel. Hoy por fin todo acabaría.

------------------------------------------

HOLA, como veis no soy tan mala como para matar a Alex, a quien se le ocurre algo así (a mi cabeza loca. Ok no)

Espero que estéis disfrutando mucho con mi historia. Subiré capitulo pronto. Tengo ganas de ver que pasa. Y vosotros?

un besito ;)

Hazme Sonreir #HTYAWARDS2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora