Alex

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-Ya debería haber llegado Daniel.

-Alex, tranquilízate. No creo que tarde mucho más.

-Dan, amor, yo estoy con Alex. Ya tendría que estar ahí. Voy a dar una vuelta y os cuento. Quedaros donde estáis ¿Entendido?-Eso último iba más por mí que por mi compañero.

-Bien-bufé

Podía hablar con Candela y Dan gracias a los sistemas de escucha que teníamos.
Según lo planeado, Katie tendría que estar cerca de Daniel, él tenía que verla desde su posición; Candela vigilaría las entradas y todos los movimientos del parque; y yo les seguiría cuando intentaran llevarse a Kat para averiguar de una vez donde se escondían eso hijos de puta.

-Chicos, tenemos un problema - La voz de mi amiga estaba bastante agitada.

-¿Qué pasa? ¡Candela por dios habla! - Casi gritaba. Lo único que quería era evitar que Katie se pusiera en peligro, y eso era justo lo que había provocado al aceptar llevar a cabo este estúpido plan.

-Acabo de encontrar el pañuelo de Katie en el suelo.

-¿Seguro que es el de ella?

-Sí, Alex se lo regale yo por su cumpleaños. Nunca se lo quita.

-¿Qué más?-Ahora era Daniel el que intervenía. Yo no podía pensar con claridad y él, aunque se notaba preocupado, sabía mantener la compostura. Yo también solía ser así, pero cuando se trataba de Katie no. No podía controlar mis impulsos.
¿Qué me está pasando? ¿Qué me estás haciendo Katie?-Vamos Candela, tranquilízate de una vez y dinos que más has encontrado.

-Hay muchas pisadas de zapatos y algunas bastante profundas, como si tuvieran más peso. Yo...creo que se la han llevado- No pudo retener por más tiempo las lágrimas.

-Amor, escúchame. La vamos a encontrar, no permitiremos que le pase nada, mientras buscamos pregunta a la gente para ver si alguien sabe algo. Yo voy a revisar las cámaras de seguridad a ver si hay suerte. Alex tu...creo que deberías irte a casa.

-Ni lo sueñes, no pienso irme Daniel. No me iré hasta que la encuentra y me la pueda llevar conmigo a un lugar seguro.

-Alex, estando así no vas a conseguir nada. Es mejor que te despejes y luego...- No le dejé acabar.

-Lo siento Dan, pero no puedo- Desconecté el sistema de escucha mientras mis compañeros intentaban convencerme, sin éxito, de que me fuera a casa. Acaso no entendían que no puedo consentir que le pase algo. Si le hacen daño yo sería capaz de cometer cualquier locura. No podría vivir sin ella. No ahora. Hasta ahora el género femenino me había servido como distracción, pero Katie era algo más. Cuando estoy con ella todo desaparece, solo existimos nosotros dos. Como he podido estar tan ciego todo este tiempo. Tenía algo que me atraía a ella. Por dios, si es como yo, ¿Cómo no voy a estar loco por ella?
Lo malo de eso es que me había dado cuenta de lo mucho que la necesitaba en el peor momento. Me había dado cuenta de que estoy profunda y completamente enamorado de ella cuando existe una posibilidad de que ya no lo vuelva a ver nunca, o por lo menos con vida. Si ella moría, se llevaría mi corazón y todo lo que soy a la tumba.

Arranqué el motor de mi yamaha yzf r1 negra. No podía traer mi porsche por si alguien me reconocía. Bastantes problemas tenía ya.

Si habían logrado secuestrar a Katie probablemente se la llevaría a un lugar a las afueras de la ciudad.
Me incorporé en la M-40 mientras revisaba el informe del caso. Tenía una copia digital en el móvil por si le pasaba algo a la copia original.

-Vamos, carga de una puta vez. Tendría que haber hecho la copia en el iphone.- Cuando los archivos acabaron de descodificarse le eché un vistazo. Nada. Dejé el móvil en el bolsillo de la chaqueta mientras intentaba idear un plan. Estaba bloqueado. Me concentré en la carretera hasta que mi móvil me indicó que tenía una llamada.

Hazme Sonreir #HTYAWARDS2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora