Capitulo 5

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Está oscuro. No me gusta este lugar. Veo una silueta de una persona conocida. Es mamá. La persigo durante un largo tiempo.

-Mamá! Espérame! A dónde vas? No me dejes!- digo yo triste.

-Aléjate! No nos persigas más. Tú no eres nuestra hija- dice mamá fríamente.

Me tiro en el piso y comienzo a gritar y a llorar mientras ella se alejaba más. Y me despierto de un respingo y me golpeo con la frente de alguien.

-Ouch! Buenos días dormilona.- me dice Marc.

-Donde estoy niño cabra?- digo yo mientras me sobo la frente.

La verdad es que no me parecía nada extraño que él fuera mitad cabra. Eso explicaba cosas que no había entendido durante un buen tiempo. Como el hecho de que tuviera latas de Dr.Pepper en su maleta con una mordida. Por un momento pensé que él había aparecido en un episodio de "My Strange Addiction" diciendo que le gustaba masticar latas.

-Estas en el Campamento Mestizo. Hogar para los chicos cuyos padres son de dos mundos diferentes. Osea humano y dios. Y tú eres uno de nosotros.-dice él con seguridad.

-Mira, no sé qué pendejadas estas diciendo, pero para ya.

-No estoy mintiendo. Uno de tus padres es un dios. Pero ahora de que lo pienso, tienes cara de ser hija de Deméter pero nos enteraremos después. – me dice él mientras me estudiaba.

-Bueno, quiero saber más sobre el lugar donde caí inconsciente por culpa de un maldito pájaro.-digo yo un poco enojada.

-Estas segura de quieres pararte? Esta es la primera ves que te despiertas después de una semana.

Una semana!?!? Cómo me pude quedar dormida tanto tiempo? Ese pedazo de mierda voladora me las va a pagar.

-Claro. Ya me siento mucho mejor.

-Bueno, pero antes de irnos tomate esto.-me lo dice mientras me da un vaso con un líquido no identificado.

-No me vas a drogar o algo así, verdad?- digo yo vacilando.

-Claro que no pendeja! Toma un sorbo. UN SORBO!

-OK. UN MISCERABLE SORBO.

Tomo mi SORBO. Y siento la sensación de que esta cosa me llena de energía. Es caliente y frio al mismo tiempo. Intento tomar otro sorbo pero Marc me lo quita .

-OH VAMOS, OTRO ÚLTIMO SORBO

-Solo UNO coño

-Aghh.- dije mientras me levantaba.

-Ok. Te voy a enseñar el campamento.

Salimos de la cabaña y lo primero que veo son chicos menores que yo y otros hasta mayores que yo.

Todos estaban separados según cada cabaña. Había alrededor de 22 cabañas. Todos en una hilera que formaba una "U".

-Te enseñare todo lo que tienes que saber sobre las cabañas y los habitantes de esta.- me dice Marc aclarándose la garganta.

-Comenzando por los chicos que están jugando soccer. Ellos son de la cabaña de Apolo.

Los típicos chicos cabeza hueca que no piensan más que en su apariencia.

-Los que están saliendo del bosque a tu izquierda son los hijos de Deméter. Te recomiendo que no pises ninguno de sus huertos. Hay rumores que si te metes con uno de ellos te enrollan en un capullo hecho de plantas.

Obviamente no quería encontrar plantas donde no deberían haber.

-Los campista que siempre se visten muy bien y tienden a ser un poco... irritantes son los hijos de Afrodita.

Típicas chicas populares con quien nunca me he llevado bien. Siempre me mantengo alejada de ellas ya que siempre existen problemas cuando estas con una de ellas.

-Los que están siempre manchados de aceite son los hijos de Hefesto. Son increíbles en construir cosas. Pueden hacer cosas en segundos.

Son un poco altos y MUY musculosos. Casi me derrito de ver tanto sixpack. Y así seguimos hasta quedar al frente de una cabaña completamente negra hecha de obsidiana.

-De qué dios le pertenece esta cabaña?- pregunto yo con aire de ya saber la repuesta.

-Esta es la cabaña de Hades. Ahora mismo no está siendo habitada por nadie pero antes estaba ocupada por un chico bastante poderoso llamado Nico Di Angelo.

-Bueno y en donde me quedo

-En la cabaña de Hermes.- me dice mientras señalaba una cabaña al otro extremo.

Entro a la cabaña y me encuentro con un millón de miradas. Otra vez. Y al parecer mi llegada les pareció una fiesta ya que comenzaron a gritar de alegría


Mis mundos, Mi guerra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora