Crónicas de las Almas Perdidas

Almas Gemelas

Solo en sueños la encontraba, solo en mis sueños podía tocarla, podía sentirla. Al despertar podía sentir el rastro de sus caricias, el olor de su cabello, la calidez de su mirada.

Comenzó a colarse en mis sueños desde hacia unos meses, al principio me pareció una coincidencia que apareciera varias veces en la misma semana pero luego me hacía falta el no encontrarla en mis sueños.
"¿Cuándo podré verte fuera de mis sueños?" Le he preguntado más de una vez, a lo que ella responde posando sus dulces ojos color miel "muy pronto amor mio... muy pronto".

"Somos almas gemelas, estamos destinadas a estar juntas" me ha dicho mientras me acaricia el cabello con mimo, "¿Cómo sabré que por fin te he encontrado? ¿Qué te diré para que sepas que soy yo?" Le pregunto tomando su mano y besándola delicadamente. "Simplemente lo sentirás y yo también lo sentiré, cuando eso pase nada ni nadie nos va a separar" me dice mientras se aleja hacía una luz resplandeciente, indicando que este sueño maravilloso esta llegando a su fin.

Y ahí me encontraba yo, recorriendo las calles en un día nublado, el cielo amenazaba con llover y desatar una tormenta. A través de los escaparates podía observar el movimiento que había en las tiendas; personas comprando, personas entrando y saliendo, personas buscando algún artículo. Continué mi recorrido hasta que siento como las gotas de llovía comienzan a chocar contra mi cuerpo, algunas personas pasan corriendo a mi lado, decido parar frente a una cafetería mientras busco en mis bolsillos un poco de dinero.

Al dirigir mi mirada al interior de la cafetería, una sensación burbujean te sube por mi pecho, una sensación que resulta familiar. Escaneo rápidamente a todas las personas que están en el interior hasta que mi miraba de se topa con un ser de cabello claro, quien al sentir mi mirada, levanta la vista y su mirada choca con la mía. Ahí está ella, mi ángel, mi alma gemela.