Scars -James Bay-

-Hoy, mañana, siempre-

-Sólo será una semana cariño, vendré pronto -dijo Johnny
-¿Lo prometes?
-Te lo prometo princesa...
Esa fue la ultima vez que lo vi. Me dio un corto beso y salio de la casa, sentí un gran vacío en mi corazón, llevaba su valija en su mano derecha y en la otra su pasaporte.
Su primo Ryan, había quedado en llevarlo al aeropuerto de Los Ángeles.
Según Johnny, la compañía se había ofrecido en pagar su vuelo a Alemania.
Pasaron dos días y Johnny no me devolvía las llamadas, tampoco Ryan, sus padres ya estaban muy preocupados.
Un día tocaron a la puerta de mi hogar, estaba comiendo con mamá, papá y Francis -mi hermano menor . Abrí la puerta y era un mensajero.
-¿Señorita Ryder?
-Si soy yo -respondí insegura, casi nunca recibía cartas.
-Esto es para usted. -Él hombre me entregó un sobre color amarillo, con mi nombre escrito en tinta azul. ¿Podría firmar?
-Claro -tome él bolígrafo y un extraño papel, supongo que era una verificación. ¿Es todo?
-Si, gracias señorita Ryder, que tenga un lindo día.
El mensajero siguió su camino y entre a la casa.
-¿Que es eso pequeña? -Preguntó papá, aún sentado en la mesa
-Es una carta, pero no la he visto
-papá hizo una mueca extraña.
-Que raro amor, casi nunca te llegan cartas
-Pues si -me encogí de hombros
-¿Que esperas Melody?. Abrela ya
-ordenó
Abrí él sobre, dentro vi un papel en blanco de un solo lado, de él otro lado decía:
CALIFORNIA STREET HOSPITAL.
HACE TRES DÍAS:
NOMBRE:
PARKER, CHRISTOPHER, JOHN.
NACIONALIDAD:
AMERICANO.
EDAD:
24
FECHA DE NACIMIENTO Y LUGAR DE NACIMIENTO:
09/06/90 OWENSBORO, KENTUCKY...

Se trataba de Johnny, sin duda algo no estaba bien. Johnny odiaba los hospitales entonces, ¿Que haría en uno?. Mis manos comenzaron a temblar y sentí que me iba a desmayar. Papá había visto todo, mi reacción, mi tristeza. Las lágrimas cayeron pesadamente de mi rostro. No pude más, me sentía muerta.

Dos días después habíamos ido al cementerio a sepultar a Johnny, no se de donde saque la fuerza para haber estado ahí. Era un día sábado y había empezado a llover. Todos estaban vestidos de negro con sombrillas al frente de la lapida color marrón. Estaban preparando la tierra para meter él baúl. Mire a mi alrededor. Los padres y los hermanos de Johnny lloraban amargamente, en especial su madre. Su familia estaba meditando en silencio. Traía en mis manos un ramo de rosas blancas. No pude evitar pensar en él día de mi anterior cumpleaños cuando Johnny me había traído unas. Sin poder evitarlo me tire de rodillas en el suelo mojado. Mi padre trato de calmarme.
-No -dije llorando, soltandome de su agarre.
-Melody por favor -habló Debbie, la hermana menor de Johnny.
-Ya esta listo él espacio, es hora de enterrar él cuerpo -hablo él hombre del servicio funerario
Todos me miraron a mí, tratando de descifrar que haría en ese momento. La madre de Johnny, me tomo del hombro y dijo:
-Significaste mucho para él querida, él te amaba, yo lo se.
La señora me miro a los ojos y sonrió débilmente, los de servicios funerarios tomaron él ataúd y lo fueron metiendo lentamente. Me acerque lo mas que pude y me imagine a Johnny en él cielo, sonriendo, esperándome. Y algún día yo pensaba que lo iba a ver. Respire hondo.
Él ataúd ya estaba totalmente en él profundo suelo. Tome un puñado de tierra y lo eche encima de la gran caja. La tierra lo fue cubriendo poco a poco, hasta que él antiguo agujero se convirtió en tierra firme. Tome las rosas blancas y las puse frente a la lápida;

JOHN CHRISTOPHER PARKER
1990-2014
Hoy, mañana, siempre...

Varios familiares y amigos de Johnny se acercaron con presentes y los pusieron en su tumba, muchos me buscaban para darme el pésame, pero yo no me quede ahí para observar, necesitaba pensar, y acabar con esto...

Sobredosis, intento de suicidio, aislacion, alcoholismo y consumo de drogas, unas de las tantas cosas que hice para tratar de olvidarme de todo mi sufrimiento. Habían pasado dos malditos meses y yo seguía en la misma situación, estaba molesta con la vida.

Me encontraba en él baño de mi habitación, le había puesto el seguro a la puerta. Los gritos de mis padres tratando de que les abriera se hicieron cada vez mas fuertes. Con sudor en mi frente y él cabello en la cara; tome la jeringa con heroína y la inyecte en mi brazo. Sentir el espeso liquido correr por mis venas era dolorosamente placentero. La cocaína estaba regada en todo lavaba manos, la puerta de mi habitación parecía que se rompería pronto. Me burle irónicamente.
-No pueden hacer nada -dije riendo. Era una psicópata.
-Melody, por favor abre la maldita puerta -gritó papá, golpeándola cada vez mas con fuerza.
-No...
Retire la aguja de mi brazo lentamente, mientras hacia una linea de cocaína encima de una toalla de papel, aspire profundo.
Afuera de mi habitación escuche un ruido, al parecer habían tirado la puerta principal de mi habitación.
-Ahora no me encontraran.
Azotaron mas de tres veces la puerta de mi baño. Un grito se escucho proveniente de las escaleras, era mamá.
-¡Melody no!
Volvieron a golpear la puerta.
-Señorita Ryder abra la puerta, por favor, queremos ayudarla.
Una voz varonil, que no pude reconocer me llamaba, querían ayudarme. Pero pudo más mi estúpido orgullo.
-Olvidenlo idiotas -respondí gritando.
-Señorita Ryder, no haga las cosas mas difíciles.
-

La, la, la, la... No te escuchó
-comencé a reírme como una completa estúpida, no estaba bien.
-Si usted insiste...
Un penetrante sonido inundo mis tímpanos, era de nuevo otra puerta rompiéndose. Casi no pude ver nada, todo estaba completamente borroso.
-Es ella...
Un hombre alto me señalo, detrás de el había una señora vestida de blanco con una jeringa en las manos. Al ver la jeringa corrí de un lado a otro.
-¡Señorita Ryder deténgase!
-¡No, dejenme ir!
Él hombre que me había señalado logro atraparme, me llevó cargando hasta la entrada de mi habitación, yo forcejeaba e intentaba soltarme pero era inútil.
La mujer de blanco me inyecto con fuerza mi brazo derecho. Me desmaye y lo ultimo que pude ver fue a mis padres desconsolados...