Día 3 (Tercera Parte)

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  12:30 p.m 

 Nicole entró a su departamento. Aún conservaba el sabor de los labios de Manuel, sobre los suyos. Aún sentía lalluvia, recorrer su cuerpo, y aún imaginaba a Manuel con ella, besándola, acariciándola.Cerró los ojos, recordando al menos un pequeño fragmento de lo que hace unas horas...había sucedido entre losdos.

 ... Flashback ...

 Ella se dejó llevar, se dejó besar, por él. Por Manuel. Ni un su sueño más pesado se lo hubiera imaginado así, aunque...ahora ya no resultaba un sueño pesado sentir que Manuel la besaba. Abrió los ojos, encontrándose con Manuel, con lalluvia, y con aquel momento que había dejado pasar. Apretó fuerte su cuello, llevándose a Manuel más cerca de ella. Manuel la abrazó, por la cintura...no podía recordar cuan deseoso había estado por esto. Por besarla.

 -Manuel...por favor...- se separó de él. Despacio. La culpa le carcomía la mente. El corazón. La idea de pensar queestaba besándolo, y que adentro, Alex la esperaba junto a su familia, no sabía cómo manejarlo. – Entiéndeme...-susurró. Manuel besó su nariz. De pronto la tenía abrazada, acurrucada entre sus brazos.

 -Nicole...- farfulló, y sintió ese provocativo deseo de besarla de nuevo. - ya sé...sé que esto está mal. – acarició sumejilla. Nicole lo miraba tierna, por primera vez no deseaba ahorcarlo, sacarlo del mapa, por primera vez sentía quepodía quedarse toda la noche en aquel lugar, junto a él.

 -Es que...no está bien, entiéndelo, Manuel, entiéndeme. ¿Qué pasa si me ven contigo? Yo...- le levantó el rostro con lasmanos. Manuel miró sus ojos. No dejaba de pensar que Nicold era preciosa. Hermosa. – yo estoy a punto de casarme.Y tal vez era algo que no sabía. Y que le dolió en el fondo de su corazón. Saber que ella...no solo tenía novio, no solotenía a alguien, si no que estaba a punto de unir su vida con él. Con ese imbécil que había llegado antes y que...aunque no quería aceptarlo, se la había robado.

-Te casas. – dijo herido. Ni siquiera fue una pregunta. Sino más bien una afirmación, que...como le hubiera gustado, setratase de una jodida broma.

  -Sí...- murmuró ella. Casi en silencio. No sabía que pensar, como demonios reaccionar. – Manuel yo... 

 -Déjalo. Ya sé. – se dio vuelta. Enfurecido por la ira misma, por los malditos celos que ahora revoloteaban por sumente. – tienes razón, esto...esto no tenía que pasar.

 Nicole lo miró de espaldas. Estaba realmente guapo esa noche, aunque recién lo notaba. Mierda...había deshechoel momento. Por completo. Maldijo para sus adentros, viéndolo ahí...bajo la lluvia, despeinado, enfadado, celoso, loúnico que quería era abrazarlo, besarlo.

 ¿Pero qué pensaba? ¿Qué Nicole iba ser de él? ¿Y solo de él? ...supo que sería difícil desde el momento en el que supo que tenía novio. Pero... ¿una boda?...significaba más. Significaba que en verdad estaba enamorada, y que el  único sobrante...era él. Era Manuel.

 -Tengo que irme. – palpó las llaves de su auto, en el bolsillo de su pantalón. Nicole lo detuvo, cogiéndolo del brazo,como él lo había hecho.   

 -Manuel...no quería que te enfadaras.   

 -Estoy bien. – se volteó a mirarla. Y no, por supuesto que no lo estaba. Lo único que quería ahora era conocer enpersona a ese jodido novio, que en verdad, empezaba a cansarlo. La miró a los ojos, Nicole estaba realmentepreocupada.

 -Ya puedes volver, si quieres. 

 Se subió al auto, mientras a los pocos segundos el motor se encontraba encendido. No quería pensar, ni un solosegundo. Nicole...Nicole... Dios... era lo único en lo que pensaba.

  Y lo vio desaparecer en la mitad de la noche, después de besarlo, después de oírlo decir 'me gustas'... no sabíaporque sentía ese sentimiento en su pecho, le hacía falta. ¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Por qué tenía que aparecer depronto y dejarla así? ...¿Por qué no apareció antes, y por qué ahora cuando faltaban tan pocos días para su boda?... 

  Y esa misma noche, no podía dormir, ni siquiera pegar un ojo, tenía a Manuel en la cabeza. Tenía sus palabrasjodidamente pegadas al oído. ¿Por qué lo había jodido todo? ¿Por qué? Si...ella misma era consciente, de que noquería

Una semana a tu lado | Manuel NeuerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora