Origen de Manantial

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Subí sobre la muchedumbre del suelo helado, con sol de invierno. Había ya trastornado el roce de la piel con la pasta de unos cuantos libros. Mi tempestad apestaba a nicotina.

Cargaba con un abrigo, pero no sobre mí. Ascendí y recité algo con un título que tentara a mis ojos.

En frente, dos almas supernovas soltando destellos de tentación.


Y otras no tan supernovas.


Hablé palabras que no comprendí, ya que mi atención se centraba en evitar un superfluo de la creatividad y la expresión. Sentía el reconocimiento entre el sentimiento de lo profundo y el desvanecimiento de cada palabra. Era yo, hablando de una manera chusca, con el gesto siempre encendido de cultivar la felicidad que ese día motivaba.

Última BachaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora