Nota Sobre Una Metamorfosis

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Y después de las tormentas, y de remar en esa alta marea, conocí las estrellas en toda su perfección, brillaban como tratando de decirme algo. A la orilla del final, del final de aquella historia, me daba cuenta del paso a gran escala que daban mis latidos, sin mirar atrás, sólo de reojo.

No había entendido lo que había pasado desde un principio, creí que todo había sido tan sencillo cuando en realidad había sido como cortarme un brazo y olvidarlo en algún sitio. En ella y en su mirada había dejado, con toda intención, una parte de mí que no volvería nunca más; era un obsequio para que no olvidara que yo siempre seré el amor de su complicada y linda vida.

En ese trayecto, bajo la oscuridad y el mar, descubrí que el "amor de mi vida" no siempre perduraría a nuestro lado, quizá sólo estaban escritos en una página de algún libro para conocerse y darse una parte el uno del otro. Los sueños que teníamos juntos, se volvieron individuales, convirtiéndose en metas y planes futuros, o simples emociones que nunca serán encontradas.

Las promesas, ¿qué puedo decir yo de ellas? Se rompieron y crearon historias en nuestras mentes. Nadie nunca había comentado que de todo esto encontrarías sonrisas escondidas, al final no había un final, había recuerdos, amargos, dulces y desconocidos, que podrían traer diferentes tipos de sonrisas y risas, tales así que ni los conocía.

Del dolor le seguía el confort, los abrazos y la amistad, las sonrisas y las palmadas en el brazo o en la espalda, si ella se caía yo me reía, si yo me caía ella se reía al doble. Ahora, al leer algún texto desdichado, podemos recordarnos; si escuchamos una canción de extraña desilusión, podemos recordarnos, podemos hablarnos sin prejuicios, podemos mirar la misma película y fumar un cigarrillo juntos, sin necesidad de algo más.

Las lágrimas se secaban para dar paso a unos brillantes ojos que indicaban un flashazo de nuevos aromas ante ellos. Posteriormente, encontramos silencios, visitas inesperadas, rupturas anheladas; nuestra relación sufrió una metamorfosis; pero hasta dicho punto, nuestras miradas se volvieron a encontrar para recordar con amargos tragos de recuerdos; sepultamos una etapa, la empollamos, le dimos un capullo, para que diera un gran giro. Y la distancia tomó lo que le pertenecía.

Última BachaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora