El día que te conocí. Justin Bieber.

Capítulo 4.

La primera clase de mi primer día de universidad y ya me estaba aburriendo, el profesor era muy monótono hablando y no tenía la atención de sus alumnos. La clase termina, la próxima no es hasta dentro de media hora. Decido ir a comer algo a la cafetería, me desperté algo tarde y no me dio tiempo a comer nada.

-¡Sara! -me llaman, era Diana-.

-¡Hola! Iba a la cafetería me muero de hambre -dije poniendo cara de cachorrito-.

-Nosotras también íbamos para allá, mira ellas son Helena,
Adele y Christine, chicas ella es Sara.

-Encantada de conoceros -digo saludando a cada una de ellas-.

-¿No eres de por aquí no? -me pregunta Adele mientras caminamos hacia la cafetería-.

-Soy Italiana.

-¿¡De Italia!? ¡Allí están los chicos más guapos del planeta!

-No más guapos que nosotros -Bieber como no... Él y Ryan se sentaron junto a nosotras en la mesa, desde el beso no he vuelto a verlo por lo que esto es algo incómodo para mi, así que decido levantarme de la mesa e irme-.

-Me voy ya, tengo clase dentro de poco.

-Todavía te quedan 20 minutos de descanso -dice Diana-.

-¡No puedes irte! -habla Ryan- Hay un coche parado en el campus desde esta madrugada -mi cara se iba descomponiendo-.

-¿Son ellos? -pregunto-.

-Creemos que pueden ser.

-¡Es imposible! ¿Cómo van a encontrarme en un día? No puede ser...

-No vayas sola a ningún sitio, cuando quieras ir a algún lado llámanos a mi o a Justin.

-Perfecto, me vengo aquí para ser libre y voy a tener que ir acompañada por alguien ¡Estáis locos! -digo enfadada saliendo de la cafetería, por supuesto sola-.

Voy al baño, necesitaba hacer pis antes de dos largas horas de biomedicina. Al salir del baño me encuentro con Helena.

-No deberías de ir sola.

-¡Qué sabrás tú! -la chica es simpática pero la gente entrometida no va conmigo, y encima pago los cabreos con quien primero me encuentro-.

-Diana me lo ha contado.

-¡Ah! ¿Te lo ha contado? Pues dile de mi parte a tu amiga Diana que ella no es nadie para contar los problemas de nadie ¿Vale?

-Ella sólo quiere ayudarte Sara -defiende a su amiga-.

-Dile también que ayudaría más si supiera mantener la boca cerrada -medio grito, ya que la había dejado un poco atrás mientras me acercaba al aula-.

...

Todavía quedaba hora y cuarto de clase, la profesora al menos era más buena gente que el anterior profesor. Por cierto, han llegado dos alumnos nuevos, Amy y Alexander, al parecer no pudieron llegar a tiempo a la primera hora. He tenido que sentarme junto a ellos ya que cuando llegué estaban todos los sitios ocupados, parecen muy majos.

-¿Eres de aquí de Santa Monica?

-No, soy de Europa, estoy aqui por motivos de estudio -le contesto a Amy-

-¿Vienes desde Europa a estudiar medicina? Pero si la mejor sanidad está allí, tengo entendido que en España es buenísima. ¿Por qué no fuiste allí?

-Emm.. bueno.. es que aquí puedo practicar inglés -suelto la primera excusa que se me ocurre-.

-Deja a la chica Amy, no seas entrometida -le dice Alexander, al parecer son hermanos-.

El resto del tiempo me la paso cogiendo apuntes mientras la profesora no para de hablar sobre enfermedades hereditarias.
Al acabar la clase me dirigo a mi habitación. Al llegar encuentro allí a Ryan y no dudo en recriminarle lo que ha hecho su novia.

-Ya le podrías haber callado la boca a tu chica. Creo que mi vida no la tiene porque saber toda la universidad. Creo yo...

-Creo que estás demadiado a la defensiva Sara -habla tranquilo-.

-¿A la defensiva? Como se nota que no tienes a unos tíos detrás tuya para que vuelvas al pasado -le grito- Se ve que no sabes que es todo aquello en lo que yo estaba metida, bueno, no hablo en pasado, todavía pertenezco a ese mundo.

-¡No te dejas ayudar! -grita-.

-¡Estaba dispuesta a dejarme! ¡Confíe en vosotros! Hasta que tu novia lo jodió todo.

-¡Ella sólo quiere ayudar!

-¿Ayudar? ¿Predicando por ahí cosas que no debe de hablar? ¡Buena forma de ayudar esa!

-Creo que es mejor que no sigamos, al final vamos a pelear tu y yo y no quiero eso...

-Mejor será que hoy pase el restode la tarde fuera, tampoco quiero pelear.

-Vamos Sara, no seas infantil, somos ya lo suficientemente adultos como para hacer estas tonterías, tenemos ya 21 y 17 años, aunque seas una niña pequeña ya eres lo suficiente madura -dijo intentando hacerme reir cosa que consiguió-.

-Me conozco Ryan, y prefiero pasar uj rato tranquila ¿vale? No voy a salir del campus, estaré cerca y bien, recuerda que sé pelear, si no no estarían buscándome -digo poniendo algo de humor entre tanta tragedia-.

...

Llevo más de tres horas dando vueltas por el campus, me sentía observada desde hace ya un buen rato. Corro, y mis peores pensamientos se hacen realidad, un hombre corre detrás mía, intento llegar a mi apartamento, pero paso antes por el de Justin ya que está más cerca, llamo y no me abre.
Vamos Justin, ábreme... Siempre está molestando y cuando necesito su ayuda no abre.

-¡JUSTIN! -grito desesperada-.

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¿Abrirá Justin a tiempo?

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