Deja vú

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A la mañana siguiente, Siwon sintió como si todo fuese un deja vú, uno no muy agradable, por cierto.
Kyuhyun se había levantado muy temprano, pues no podía dormir con el estómago tan revuelto, la resaca no perdonaba. Y al ver al moreno ahí, a su lado, quiso golpearse la cabeza contra algo.
Había caído de nuevo, y lo peor, es que esta vez no se acordaba de nada, ni siquiera del momento en que el mayor llegó a su mesa. "Luego de estar con otro" se recordó, como buen masoquista que descubrió recientemente que era.

Siwon despertó, pero no quiso molestar al menor.
Kyuhyun, simplemente salió de la habitación, dejándole sólo, supuso que debía vestirse e irse, justo como la última vez. El menor volvió a entrar, sobresaltando a Siwon, peor aún, cuando le aventó dinero, casi como aquella ocasión.

-eres inteligente, espero la hayas pasado bien abusando de un chico ebrio- y sin más se fue, indicándole a Siwon que era su señal de salida, se puso de pie en silencio, tomó el dinero, pero no se lo llevó, en cambio, lo dejó en la mesita que estaba a un lado de la cama.
Cada vez se sentía peor consigo mismo, ya al parecer no quedaba orgullo o dignidad en su persona. Sintió asco de si mismo.

¿Cuándo iban a terminar los malentendidos? Tal parecía que nunca, Kyuhyun lo odiaba, no había vuelta atrás, por más que intentara arreglar las cosas, cada vez era peor, pero entonces, ¿Por qué lo había buscado esa noche? Algo que no entendía, por más que lo pensara.
Se puso en marcha de regreso a su casa con la mente siendo un nido de ideas.

En su apartamento, Kyuhyun le daba vueltas y vueltas al asunto, no lograba recordar lo que había sucedido, tal vez inclusive se había pasado al acusarlo de ese modo, pero, ¿Qué otra cosa podía pensar? El hombre se vendía, tal vez Kyuhyun se lo había pedido, cosa que le avergonzaba aun más, pero si Siwon hubiese sido un poco más decente, se habría negado, pero no lo hizo.
Aunque luego de haber revisado la habitación por si faltaba algo, notó que por el contrario, Siwon no tomó su dinero. Confuso.
Entre más lo pensaba, más molesto se sentía, con Siwon, con Heechul, con él mismo.

Iba a olvidar todo lo sucedido, iba a seguir con su vida como si nada. Siwon era sólo una obsesión pasajera, que nada bueno le iba a traer. Claro, a estas alturas, eso ni él se lo creía.

Lloró de frustración al caer en cuenta que lo buscaría cada vez que su cuerpo lo pidiera, le había hecho sentir tantas cosas que eran difíciles de borrar.
Bueno, "afortunadamente tienes suficiente dinero", pensó con una sonrisa cínica en el rostro

Siwon era un torbellino de emociones, la noche anterior había estado relajado charlando con Yesung, luego, todo lo que hasta ahora había descubierto que sentía por el chico de ojos castaños, volvió como un golpe en el hígado cuando lo vio, ahí, comportándose tan cariñoso, intentando reclamarle algo que no había pasado en realidad.

Cuando llegó a casa, ya eran más de las 9am. Eunhyuk lo recibió con la noticia de que su hermana había llamado recientemente. Suspiró cansado, marcó el número del celular de su hermana. Durante 15 largos minutos fingió que todo iba de las mil maravillas para no preocuparla, luego de mil recomendaciones y de asegurarle que se cuidaría como era debido, finalizó la llamada.

-¿en serio estás bien? Luces como si no hubieses dormido en días- preguntó Hyuk, quien como era normal de esa hora, estaba comiendo.

-que si- respondió seco, no necesitaba que le hicieran al psicólogo en este momento. Fue a encerrarse a la habitación, no iba a dormir, pero no quería ver a nadie lo que restaba del día.

Los siguientes días, Heechul estuvo buscando a Kyuhyun, quien parecía no querer perdonarle su pequeña ocurrencia, pero, es que sólo había dicho al chico de acompañarlo, ¿Cómo iba a saber que terminarían liándose? Creía conocer a Kyu, y él no era de ir a tener sexo con el primero que le calentara las hormonas, hasta ese día. Eso quería decir que ese mesero le había gustado realmente, aunque no lo quisiera aceptar.

Ah, ese amigo suyo, podía ser necio.

Luego de su actitud evasiva, le sorprendió que el mismo castaño le pidiera que fueran una vez más, el chico estaba más entusiasmado que la última vez, eso solo podía significar algo, planeaba alguna travesura, y por experiencias previas, supo que nunca era algo bueno. Aun así, tenía curiosidad, y decidió seguirle el cuento.

El sábado Kyuhyun se dejó arreglar por Heechul, no puso protesta alguna. Se fueron en el auto del menor como la primera vez, eso al mayor no le molestaba, pues si tenía suerte, no necesitaría aventón de regreso. Se había estado viendo con un chico, no se citaban, no acordaban nada, sencillamente, si coincidían, bebían un poco juntos, y luego dejaban el lugar juntos.

Entraron al local, y pasaron directo a su mesa. Siwon los vio, pero esta vez no pidió atenderlos, por lo que le sorprendió escuchar que lo habían pedido específicamente a él.

*En la mesa*

-¿se puede saber qué te pasa hoy Kyuhyun? Has estado muy extraño, y vienes a pedir que te atienda Siwon de nuevo, pensé que le odiabas-

-lo pensé mejor- dijo simplemente

-tú sabrás lo que haces- justo en ese momento se acercó el chico con el que Heechul había estado teniendo encuentros, y lo invitó a bailar.

-¿no te importa si te dejo aquí?- preguntó el mayor

-no, ve, anda, ya no tarda mi compañía-

Para cuando Siwon llegó con los pedidos, Kyuhyun estaba solo en la mesa.

-siéntate un rato conmigo- le señaló el asiento vacio a su lado.

-sigo trabajando-

-pagaré la compañía y el consumo, no te puedes negar, soy tu cliente esta noche- argumentó, y era verdad.

Siwon se sintió incomodo ante el comportamiento del castaño, ya no se mostraba como el chico asustado que vio la primera vez semanas atrás, ahora su sonrisa era cínica, y decidió que eso le daba miedo. Pero aún asi, no podía mantenerse alejado de su presencia.

Platicaron buena parte de la noche, como si nada, eso hizo que Siwon se relajara. Cuando Kyuhyun estuvo por pagar la cuenta, simplemente tuvo que decir una frase para que Siwon se olvidara de todo lo demás, "ven conmigo" le había dicho, y el mayor lo había hecho sin dudar.

Volvieron a ese departamento que ya se estaba volviendo algo familiar para el mayor, pero contrario a lo que pudo haber pensado antes, nada ocurrió. Era de esperarse, el chico parecía odiarle antes de esa noche, ¿no? No iba a acceder a algo así nuevamente, entonces, tampoco entendía para que lo traía a casa.

-yo, eh...- quiso externar su pregunta, todo era tan extraño, que no lograba comprender nada.

-me sentía solo, un poco de compañía nunca viene mal, aunque seas tú- hizo un silencio que duró unos segundos, como si pensara en algo, el mayor sólo podía pensar en como dolían esas palabras, como si para el chico, su compañía fuera poco menos que nada -no te preocupes, te compensaré por los clientes perdidos de hoy, además, tengo un trato para ti, que no podrás rechazar- le dijo, acompañado de una de esas sonrisa con las que muy probablemente no se podría negar a nada de lo que el chico pidiera. El dinero era lo que menos le preocupaba justo ahora.

Chico De CompañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora