Capítulo 2

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Tres semanas antes...

Genial. Simplemente genial.

Un atasco y tengo aproximadamente cinco minutos para abrir la tienda. De ninguna manera voy a llegar a tiempo y eso me cabrea. Abro la tienda a las diez de la mañana y tengo clientes ya esperándome.

Nueve minutos más tarde aparco mi coche en una plaza del parking público por que nunca puedo conseguir un espacio delante de mi tienda y no tengo plazas de aparcamiento debajo o detrás del edificio. He tratado de tomar el autobús un par de veces pero valoro demasiado mi sueño para levantarme una hora antes de lo que tendría que hacerlo si voy en mi coche.

Cinco clientes me están esperando. Tres de ellos están sonriendo cuando me ven corriendo hacía su dirección.
Uno de ellos está frunciendo el ceño hacía mi y hace que su linda cara linda se vea.. ¡Oh que feo!

- Lo siento mucho. Hay un atasco calle abajo y me he quedado atrapada. Espero que no hayan esperado demasiado tiempo.

Abro la puerta y me siguen dentro.

Entro a la sala del personal, tiro, literalmente, mi bolso encima del mostrador de la cocina, y corro de nuevo al registro para iniciar sesión.

La mujer con el ceño fruncido me está esperando.

Sonrío y le digo:

- Buenos días, Mi nombre es Emma. ¿En que puedo ayudarle?

Ella chasquea sus uñas contra una prenda sobre el mostrador y responde:

- Este vestido es horrible.

Ella tiene un gran acento colombiano.

Mi sonrisa vacila y respondo:

- Siento mucho que no le guste.

Estoy tratando de ser simpática, pero me es difícil cuando ella me mira como que si yo la hubiera obligado a comprarlo.

Su codo esta descansando sobre el mostrador, mira de cerca sus uñas y dice:

- Si, bueno, quiero el reembolso.

Miro de cerca el fabuloso vestido, sonrío y digo:

- Bueno, vamos a ver lo que puedo hacer.

Las etiquetas no están y hay manchas en el dobladillo.

Ahg. Genial.

La mierda se puso seria.

Odio los enfrentamientos.

Me aclaro la garganta y digo:

- Este vestido ha sido utilizado, señora. No puedo hacerle un reembolso o cambiarselo. Lo siento.

Su ceño reaparece. Ella se vería bonita si sonriera.

Se inclina hacia delante y sisea justo en mi cara.

Diablos!

- ¡Esto es BASURA! Ese vestido me costó QUINIENTOS DOLARES!

Lo sé. El vestido es una de nuestras piezas mas caras y es f a b u l o s o. Tengo ganas de preguntarle si realmente fue su papá quien lo compró, pero ella continúa:

- Parece un maldito saco de patatas.

Siento un rubor subir por mi cuello y tengo ganas de arracarle todo su cabello.

Cálmate Emma, ella no conoce a la yo agresiva.

Cálmate.

Asi que le digo en voz baja:

Emma Wood Donde viven las historias. Descúbrelo ahora