"...Casi todo cae en el olvido. Incluso esta gran guerra terrible, incluso la pérdida irreparable de vidas humanas parecen pertenecer ya a un pasado remoto. La vida cotidiana ocupa nuestras mentes y multitud de cosas importantes van saliendo, una tras otra, de la órbita de nuestras conciencias como si fueran antiguas estrellas heladas. Son demasiadas las cosas en que debemos pensar día tras día, son demasiadas las cosas que tenemos que reaprender. Nuevos estilos, nuevos conocimientos, nuevas técnicas, nuevas palabras... Sin embargo, hay recuerdos que, por mucho tiempo que haya transcurrido, por muchas cosas que nos hayan sucedido, no podemos olvidar jamás."
Acaba de comprar el libro y ya va en la página ciento diecinueve.
Es increíble cómo las palabras te envuelven haciéndote perderte en ella. Haciendo que el tiempo pare.
Lleva dos tazas de té y dos horas en la cafebrería que está disfrutando como nunca.
Harry lleva dos horas mirando a la chica de cabello color chocolate mientras lee. Y nunca ha sentido tanta paz como ahora.
No quisiera interrumpirla pero él siente que tiene que hacerlo.
—¿Murakami?
Ella se sobresalta cuando escucha la voz.
—Oh -exclama cuando ve al chico de la vez pasada-. Si. Me gustan demasiado sus libros.
—No creí que fueras de esas chicas.
—¿Qué chicas? -dice mientras da un sorbo a su taza de té que está por terminar.
Él hace un gesto con la mano.
—Ya sabes, ese tipo de chicas que se creen misteriosas y leen ficción especulativa para hacerse interesantes.
Ella, claramente ofendida. Deja la taza sobre la mesa.
—Bueno. Yo soy prácticamente un libro abierto, no tengo que esconder nada.
—Claro.
Ella vuelve a su libro ignorando olímpicamente al ruloso.
—Por cierto -dice ella antes de que él se de la vuelta-. Las chicas del fondo te están observando, deberías ir a verlas.
Él sonríe.
—Si, debería.
Sin embargo, no va con ellas y se dirige al mostrador para atender a una adolescente que lleva diez libro de ficción juvenil.
Vaya obsesión.
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¡Hola!
Espero que les haya gustado el capítulo 😉.
-P.
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Aquél libro que te dediqué ➳ H.S
FanfictionElla amaba las palabras. Él amaba las palabras. Así que le dedicó un libro. Escribió sus sentimientos en una máquina de escribir con una lámpara de luz amarilla y una ventana frente a él, observando cómo todo terminaba e iniciaba una vez más. ...
