7 JULIO

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La chica vino el catorce de julio. Se llevó un libro. Pero no le regaló ningún separador. Harry escuchó perfectamente lo que ella murmuró el pasado mes. Y no le ha regalado ninguno porque se le hace algo estúpido. Los únicos separadores que tiene son unos que promocionan a un libro erótico y claramente no le dará uno.
Esa vez compró un libro de romance. Y se le hizo muy extraño, también recuerda que compró un café latte glaseado.
Se maldice por recordar lo que esa chica ha comprado. Pero es inevitable, es muy llamativa.
Hoy es veintidós. Y nuevamente regresa.
La mirada de la chica se dirige al mostrador donde Harry se encuentra. Sus miradas chocan por alguna razón Harry se siente indefenso. Como si ella pudiera ver a través de su alma.
¡Pero qué cosas dices Styles!
Se dirige otra vez al estante de los románticos. ¿Sufrirá alguna ruptura amorosa o estará enamorada? Por alguna razón esta última opción no le gusta a Harry.
Observa y lee la contraportada de casi todos los libros, toma uno y otro y otro. Está indecisa. Harry toma las cartas en el asunto y se dispone de ir a ayudarla.
—Definitivamente esa no es una buena opción.
La chica se sobresalta y deja caer el libro.
—Ay Dios -lo levanta y lo frota como si le doliera haberlo tirado.
Harry se burla de ella mentalmente.
—¿Qué haces aquí -se defiende-. Debes de trabajar.
—Claro -asiente-. Pero qué sería de ti sino acudo a ayudarte en la gran paradoja que te consume.
—¿Siempre eres así de egocéntrico?
Pone el libro en su lugar y toma otro, finge leerlo para no verlo a los ojos.
—Sólo contigo.
La chica ríe falsamente.
—Lo dudo.
Harry la observa. Observa cómo se muerde el labio mientras lee concentrada. Observa como posa su peso en la pierna derecha y luego lo hace con la izquierda.
Le gusta observarla. Pero es tan orgulloso que jamás lo admitirá.
—Por cierto -dice y ella baja el libro-. El próximo mes vendrá un autor. Aún no sé quién pero me pareció que te gustaría saberlo.
—¿Un autor? ¿Quién podría ser?
Harry niega.
—Aún no lo sé, Charlie no me ha dicho los detalles, le preguntaré.
—Claro -la chica se da la vuelta, Harry se acomoda el cabello desesperado. Aunque no sabe por qué lo está-. Gracias, Harry.
Él sólo asiente. Escuchar el nombre de los labios de ella hace que Harry se trabe. Le gustó esa sensación.

Cuando ella sale de la cafebrería se da cuenta de algo: No compró ningún libro.
Por algún motivo eso la hace sonreír.

❤️❤️❤️❤️❤️
¡Hola! Espero y pasen unas bonitas vacaciones, ¡diviértanse!
Los quiero.
Pd: nueva foto de Harry 😍

Aquél libro que te dediqué ➳ H.S Donde viven las historias. Descúbrelo ahora