Ayer desperté desesperado, soñando que me volvía a pasar, que volvía a ese olvido, y que mis amigos me seguían; me suele suceder muy a menudo, pero no solo a mí, Elías y Lucía me suelen llamar a altas horas de la noche por la misma razón. Pienso que desahogarme es lo más sensato y lo que más necesito, por eso escribo esta historia. Seguramente los que lo lean me creerán un tonto más que intenta ser escritor, pero esto va mas allá, solo siento que es lo mejor.
Me llamo Mateo y ya sé que no me van a creer, pero me da igual, no pasé como ochocientas horas escribiendo mi desahogo para que un gurí de cuarta me diga que todo es una pavada y tire el libro al tacho de basura. Si quieren saber lo que pasó les cuento (de otra manera cierren el libro) : Todo comienza así...
Era ya tarde cuando Elías me llamaba por el celular para ver si lo acompañaba al cine, también nos acompañaban Agustín y Fernando, la hermana de Agustín, que era dos años más grande, quiso ir y le dijimos que no en coro. Todo era normal, siempre era lo mismo, mirábamos una peli de terror y luego la mamá de Agustín nos pasaba a buscar.
Cuando llegamos al cine pagamos las entradas al boletero, que parecía que no gustarle su trabajo, y entramos a la sala 3D. Ya para la mitad de la película estábamos con mucho miedo, que digo mucho, estábamos muertos de miedo. Tanto era así que cuando en la película descuartizaron a uno Elías se agarro de Fernando quien hizo lo mismo con Agustín, y así conmigo, yo por supuesto me mantuve mirando la pantalla mientras volaba sangre para todos lados; yo soy muy sanguinario, me gustan los juegos de computadoras y los libros de terror (se dan cuenta quien habrá elegido la película). Mientras me mantenía expectante a las atrocidades de la película siento que me abrasan del otro lado, era una chica rubia con algunos mechones teñidos de negro, se vestía con ropa fundilluda medio de rapero con colores oscuros (ni muerta usaría un color claro). Como era bastante linda deje que me siga abrazando, ya que soy el gurí más común del mundo y no me va bien que se diga con las mujeres; tengo el pelo negro y lacio, pero dejaron de hacerle caso al peine hace rato, una cara llena de granos y una altura promedio, como ya dije: soy el gurí mas común del mundo. Haciendo referencia a lo de las mujeres ,tuve un novia que a los tres segundos se fue con otro, así de bien me va con las mujeres. Siguiendo con la historia, la desconocida se dio cuenta de lo que estaba haciendo y me soltó sin decir una palabra, yo tampoco dije nada por que iba a quedar re pegado. Cuando salimos de la sala me paró y me pidió disculpas, dijo que era la primera vez que entraba a un cine para ver una de película de terror y un montón de cosas más que no escuche porque la estaba examinando a fondo, digamos que miraba su cara, se veía que era muy charlatana ( y lo es) por que no paraba de hablar nunca (siempre hay que callarla). Cuando por fin (gracias a dios) se callo me saludo con un beso en la mejilla y se fue. No supe su nombre esa noche, o talvez lo dijo pero no la escuche por mirarle la cara; igual nunca se lo pregunté por miedo a que se me enoje.
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Como se habrán dado cuenta, teníamos mucho tiempo libre gracias a las vacaciones, pero que tirábamos al santo cuete por jugar al Play en lo de Agustín. Mama se quejaba mucho de eso, igual nunca le hice caso, por eso me mandaba a aprovechar los "días lindos" limpiando la casa en todos las partes y ángulos que te imagines. Aunque a veces iba a la casa de Agustín a jugar al fútbol tenis o alguna pavada de esas, la hermana siempre nos pedía para jugar pero no recuerdo si alguna vez dijimos que sí. En las tardes pasaba leyendo ya que me encantan los libros, llegue al punto de leer dos libros en simultaneo, me adentraba tanto en la historia que no le prestaba la más mínima atención a lo que me rodeaba. Un día caminaba por el centro mientras devoraba un cuento de Federico Ivanier, mamá miraba las vidrieras de las tiendas, cuando fui a cruzar la calle y algo me abrazó fuertemente empujándome hacia el otro lado. Como que si no hubiera pasado nada seguí leyendo y caminando. En realidad mas tarde me enteraría de que todo se resumía a una camioneta y Lucía tratando de salvarme de un atropellamiento seguro. Todo termino con la prohibición de la lectura (cosa rara ya que a otros chicos les mandan a leer más).
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Entre Realidades
FantasyAyer desperté desesperado, soñando que me volvía a pasar, que volvía a ese olvido, y que mis amigos me seguían; me suele suceder muy a menudo, pero no solo a mí, Elías y Lucía me suelen llamar a altas horas de la noche por la misma razón.... Mateo d...