Esta vez no habia nadie dentro del cuarto vigilandome, sentí sus risas de lejos, fuera de la casa. Me sentia con buenas cantidades de energia, con las fuerzas renovadas, asi que me vestí y segui la risa hermosa de Lucia. Abrí la rustica puerta que no pudimos abrir unos días atrás, me encontré con las carcajadas de dientes en perlados de Lucia, y la comiquisima risa de Agustín, creadas por la diversión de tener en frente un zorro imitador. Me explico, Hichiro podía cambiar de forma y apariencia; podía transformarse en humanos, bestias de tamaño "pequeño" (lo digo entre comillas por que los mas pequeños miden casi dos metros), otros zorros, otras razas (algunas muy extrañas). Pero siempre tenia errores al "copiar", ni el sabia por que ya que nunca escuchó las lecciones de su padre ni de los zorros mas ancianos. Los zorros no pueden copiar la esencia de las personas, sean quienes sean; lo que los hacen lo que son no puede ser copiado, mas o menos fue lo que entendí de un planteo tan largo y con tan pocas palabras en español. Me senté al lado de Agus y disfrute de las parodias sobre el padre de Hichiro y sobre las fallas que tenia cuando se transformaba en uno de nosotros. Cada vez que me imitaba, terminaba con una cola de zorro enorme; si imitaba a Agustín le salían dientes enormes como de caballo, y si imitaba a Lucia, quedaba con unas orejotas de zorro saliendo por encima de su cabello rubio, sin contar las uñas gigantes y los ojos rosados que nunca cambiaban, imitara a quien imitara. Nahuel estaba alejado leyendo el libro que comenzó a leer la primera vez que me desperté. Estaba tan callado y calmado que solo pude notar que estaba allí cuando Agus me lo dijo. Me dio curiosidad de saber que leía el perfecto, y aún mas de saber que es lo que quería decirme, así que me acerqué a el, y antes de que pueda hablarle se levanto y me dijo que adentro era mejor.
_ y bueno, ¿que querías decirme?, que sea rápido por que tengo muchas preguntas que creo deberías contestar_ dije lentamente, se que Nahuel entendía perfectamente pero por alguna razón le hablé así.
_Depende de lo que preguntes y creas es sobre lo que deberíamos discutir_ fui a hablar pero no me dejó, el perfectivo me calló con un gesto de la mano y prosiguió su discurso.
_ Mateo, ¿crees que este mundo es real?_ me preguntó mientras acomodaba sus dedos como el señor Burns.
_ Llegué a dudarlo en varias ocasiones pero no creo que sea real. Se opone a todo lo que conocemos, a todo lo que compone la realidad en la que vivo día a día. Este mundo esta lleno de magia, monstruos, datos, bits, todo lo que en el mundo real jamas a existido_ conteste sin dudar ni una palabra.
_ Y por que no podría ser este un mundo real? Que te hace pensar que este es un mundo totalmente opuesto al nuestro? No sientes y vives tanto como en tu mundo real?_
_ Tal vez podría ser real... Pero no puedes negar que es en casi todo diferente a lo que conocemos. En cuanto a lo que siento no me dice nada, es decir, siento el viento rozando mi piel, huelo el olor de la madera de esta casa, te veo y te oigo a ti como si estuviéramos en el mundo real, pero eso no significa necesariamente que este sea un mundo real. Cuando yo dejo de sentir el mundo sigue girando, las cosas que me rodean seguirán allí_
_ Estoy de acuerdo con eso, pero eso tampoco niega la existencia de realidades paralelas. Y el mundo donde estamos ahora es en definitiva una realidad paralela_
_ Pff, esto es un juego. Estamos dentro de un juego de rol con temática medieval y nada mas. Las demás personas y monstruos son solo personajes de una historia creada para que nosotros la juguemos y nada mas_
_ Mateo, vos y tus amigos son parte de un experimento. Uno muy arriesgado y muy complejo_
_Un experimento? De que hablas??_ busqué en mi mente algún indicio, no se me ocurría nada. Nahuel estaba en una pausa, no hablaba, tal vez solo elegía mejores palabras para contestar mis preguntas. Estiré mi cuerpo sobre el respaldo de la silla rustica en la que estaba sentado, Nahuel hizo lo mismo, luego se inclinó hacia adelante nuevamente.
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Entre Realidades
FantasyAyer desperté desesperado, soñando que me volvía a pasar, que volvía a ese olvido, y que mis amigos me seguían; me suele suceder muy a menudo, pero no solo a mí, Elías y Lucía me suelen llamar a altas horas de la noche por la misma razón.... Mateo d...