Entre dos dilemas

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El interespacio nos pregunto si queriamos empezar, asi de una, sin darle una orden, sin decirle que considerabamos hacer ni como esperabamos competir. Con algo de molestia acepte; de ahí en mas solo me importaba ganar y proteger a Lucía. Inmediatamente comenzamos a caer en un vacio muy oscuro, pero nadie grito nada, todos sabian que pasaria cuando llegaramos al suelo.

De repente estabamos en un bosque muy frondoso, lleno de sombras moviendose sin parar; a lo lejos se veían algunas luces quietas y un poco de humo negro, probablemente de unas chimeneas ya que podia afirmar que lo que habia a lo lejos era una villa.

_ en unos instantes comenzará el entrenamiento básico, por favor, hasta entonces mantenganse quietos, no mueban las extremidades a menos que sea totalmente necesario_ resono en nuestra cabeza, era el interespacio. Unas cuantas indicaciones comenzaban a flotar como si fuera el SAP de la television. El primer menzaje decia que levantaramos nuestros arcos, que aparecieron magicamente en nuestra espalda. De un momento a otro aparecían blancos por todos lados y es lógico que debían ser para dispararles. Los blancos se movían muy rápido o se mantenían quietos solo por unos segundos, encima todo parecía la tierra Media y llevabamos disfraces al purisimo estilo de Robin Hood, excepto Lucía que tenía un vestido de doncella color verde oscuro y una tiara de diamantes ( se veía hermosa). Las flechas jamas se acababan, parecía que brotaban desde el carcaj ( es donde se ponen las flechas).

_ las flechas brotan del carcaj_ atine a decirle a Agustín que ya tenia una sonrisa de oreja a oreja, el interespacio realmente se estaba esmerando y no estabamos diviertiendo.

_ ¿Que es un carcaj?, a mi hablame en español, no te pases de come libros, jajaja_ no pude evitar reieme de su comentario, desde luego que no era la primera vez que me llamaban come libros, pero no por que fuera un genio en la clase o alcahuete de los profesores, mas bien por que se un poco de todo y siempre tengo algun comentario con alguna cosa que los demas no conocian o ignoraban.

_ es donde se descansan las flechas intento de cavernicola_ fueron inevitables las carcajadas de todos, pero nahuel no se desconcentro ni un segundo, realmente era muy bueno con todo esto, las flechas que el enviaba parecian ir mas rapido que las nuestras.

El juego ganaba mas sentido cada vez que tirábamos otra flecha, hasta ahora solo constaba en correr por todos lados y disparar sin parar.

La segunda instrucción mas bien fue una recomendación, ya que nos decía mas o menos lo siguiente: el juego esta hecho para simular casi cualquier situacion, por lo tanto no se limiten a las flechas.

_ a concluido el entrenamiento, diríjanse a los puntos marcados con sus nombres para proseguir_ fue lo que nos dijo una voz extraña, como una voz en off (parecida a la voz de loquendo) que se escuchaba dentro de la cabeza, como un enlace psíquico. Al instante aparecieron portales en el suelo identificados con nuestros nombres que flotaban dando simples rotaciones circulares, eran uno para cada uno.

_ por favor, acérquense a los puntos marcados con sus nombres para proseguir _ nos repetía incesantemente, apelando a nuestras acciones. En fin, en cuanto puse un pie en el circulo de luz, dejo de sonar la estraña vos dentro de mi cabeza. Los demás procedieron a hacer lo mismo. De repente, pasamos de un bosque a una ciudadela hermosa y pintoresca; se encontraba rodeada de un pequeño rio y un gran bosque. Las casas eran todas de color blanco y verde, con tehos de paja, todo era bastante colorido pero faltaba naturaleza en toda la zona, no habia ni un espacio que contuviera un pedaso de pasto o un arbol con vida. A la entrada habia un pequeño rio que resguardaba la retaguardia de la zona en la que nos encontrabamos; a la mitad del rio había un pequeño y fragil puente improvisado que seguramente los bandidos habáin colocado allí para poder llegar de forma directa y saquear cuanto pudieran. Los bandidos eran realmente feos, todos tenían facciones muy horripilantes, como dientes grandes y afilados, ojos rasgados y oscuros, su piel era gris y agrietada, su vos llenaba de miedo y sus ropajes estaban asquerosos, muy asquerosos. Mientras mirabamos de forma expectante alguna instruccion los bandidos no paraban de saquear y quemar todo lo que encontraran interezante, que tuviera color y que simplemente les de la gana.

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