Capítulo 4

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-¿No te vas?- Escorpio limpiaba la gran barra, aprovechando que no había casi nadie en el local-. Tenerte aquí demasiado tiempo cansa.

-Yo también te quiero- Aries estaba apoyado mientras miraba cómo Capricornio reía con sus hermanos-Escorpio, una pregunta.

-¿Sí?

-¿Siempre trae a sus hermanos?- Escorpio dejó de hacer lo que hacía.

-No mucho. El tal Virgo siempre se los cuida. Me parece un poco pelota, aunque es majo- Aries rió por lo bajo-. Ahora tengo yo una pregunta para ti. ¿Por qué la odias?- el castaño miró a su amigo extrañado.

-Si te digo la verdad, no sé. Sólo que ella me irrita- los dos chicos miraban a la capricornio.

-¿Has pensado en la posibilidad de llevarte bien con Capri?- Aries se giró bruscamente.

-No. Es imposible llevarme bien con ella. Demasiado seria y responsable para mi- Escorpio miraba a su amigo incrédulo.

-No te he dicho que salgas con ella, sólo tienes que llevarte bien o como tú dirías: soportarla de alguna forma.

Aries se lo pensó bastante. Él era un chico de buen royo y no solía llevarse mal con la gente. Todo el mundo era su amigo, pero la chica, Capricornio, era la excepción.

Lo pensó, se llevaría bien con la chica, o al menos lo intentaría.

-Escorpio, ¿me puedes dar un zumo?- Aries miró hacia abajo, un niño rubio que no sobrepasaba la barra de altura, intentaba subirse a un taburete. Aries cogió al niño y lo sentó- Gracias.

-Toma pequeño- Escorpio le entregó su zumo-. Dile a tu hermana que se puede ir ya, cerramos en media hora.

-Vale. Adiós Escorpio.

-Adiós Connor.

Aries miró cómo el niño iba hacia su hermana y le estiraba del delantal.

El castaño tuvo una idea. Capricornio era su vecina, ¿mejor idea para acercarse? No lo creía.

Aries se bajó del taburete y se acercó a los hermanos.

-Os acompaño- Capricornio miró al chico extrañana.

-Eh... ¿Qué?

-Que os acompaño, somos vecinos, podemos ir juntos- Capri miró a Escorpio, éste sólo se encogió de hombros.

-Mejor voy a cambiarme- la chica fue a los vestuarios.

-Hola, ¿qué tal?- el castaño también usaría sus dotes de "seducción" para llevarse bien con los hermanos de la rubia. Los niños miraron a Aries con para de póker. El chico se removió incómodo.

Capricornio entró detrás de la barra para poner el dinero que habían gastado sus hermanos.

-¿Cierras tú? - el pelinegro asintió - Vale. Hasta mañana- salió de la barra y se dirigió hacia donde estaban sus hermanos y... Aries-. Vamos, que tenéis que ir a dormir.

-¿A dormir?- Capricornio miró a Aries con el ceño fruncido mientras salían del local.

-Sí, mañana tienen colegio.

-¿Y qué? Yo también y me quedo jugando a la Play hasta la una de la madrugada.

-Eso es verdad- Carl se alejaba poco a poco de su hermana.

Aries Vs CapricornioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora