(semanas después)
Me senté rápidamente en mi cama mientras el corazón me latía fuerte contra el pecho y buscaba desesperadamente el lugar de donde provenía aquel ruido que me hizo despertar. Me salí de las sábanas, me puse mis pantuflas que estaban a lado de la cama y salí disparada de mi cuarto hacia la cocina. Cuando me asomé a ella no pude creer lo que veía, era mi madre golpeando una olla con una gran cuchara de palo.
– Mamá... Mamá ya basta – tapé mis oídos con mis manos y me puse delante de ella – mamááááá....–dije alargando la 'a' y agitando los brazos delante de ella hasta que parara – ¿podrías decirme por qué haces tanta bulla con esa olla?
– Lo siento hija, había optado por un despertador en tu cuarto por que me llamaron de tu colegio y me avisaron que últimamente estas llegando tarde a todas tus clases pero sabía que en el momento en el que sonara alargarías la mano y lo apagarías, pero mi antiguo método del golpe de la olla y la cuchara no podían fallar y mira que no fallaron, así que sin quejas y a desayunar y vestirte para el colegio.
Bufando me senté en uno de los taburetes y apoye mis codos sobre el mesón sosteniendo mi cara y esperando que mi mamá sirviera mi desayuno. Puso un sanduche de queso y jamón en un plato y un vaso de batido de mora.
– Gracias mami – sonreí y le di mi primer mordisco al sanduche – ¿Dónde está Henrie? Es imposible que no se haya despertado con tanta bulla que hiciste – dije riendo ligeramente.
– No lo sé hija, pensé que te había dicho algo a ti sobre a donde iba, salió muy temprano y apurado a decir verdad.
– Apenas y cruzamos palabras cuando nos vemos mami, no lo sé, pero se ha comportado muy distante conmigo.
– ¿Crees que debereíamos preocuparnos sobre lo que esté haciendo?
– No lo creo ma, Henrie es un chico listo y no se deja convencer fácilmente, no pienses nada malo.
– ¿Entonces? ¿Al menos tienes una idea de a dónde se habrá metido?
– ¿Mamá que fecha estamos hoy? – pregunté con el ceño fruncido a mi madre.
– Dos de abril hija ¿por qué? ¿Sucede algo? – preguntó un poco asustada.
– Mamá hoy se cumple un mes de la muerte de Louis, Henrie se fue al cementerio a verlo, estoy más que segura.
– Será mejor que vaya a ver como se encuentra – dijo ya saliendo de la cocina.
– No mamá, yo iré, me voy a vestir rápido y en cinco minutos estoy de camino hacia allá.
– Pero no has desayunado hija.
– Después comeré algo, gracias ma estaba delicioso pero me tengo que ir – subí corriendo a mi habitación mientras dejaba a mi madre recogiendo mis platos.
Me di una ducha rápida y me vestí con lo primero que mis ojos encontraron, unos jeans, una camisa negra y mis converse del mismo color antes mencionado. Cogí un cepillo y me lo pasé por el cabello para luego ponerme una diadema y que no se viera tan despeinado y salí corriendo de mi habitación apenas dándome tiempo para coger mis llaves, mi celular y mi mochila. Y tal como lo había dicho en cinco minutos estaba de camino al cementerio.
Corrí en dirección a mi auto y apenas me subí salí disparada de mi casa al cementerio. Las ruedas chirriaron mientras sin pena alguna y a toda velocidad giré mi auto y lo lleve en dirección opuesta a la escuela, dejando una gran marca negra de los neumáticos sobre el césped y la acera.
Puse música para calmar un poco mis nervios, la verdad no sabía ni porque estaba nerviosa, es totalmente normal visitar a alguien a un cementerio, pero no podía dejar de sentir una opresión en el pecho y de recordar las palabras que le dije a mi hermano mientras el dormía el día de la muerte de Louis. Mis dedos golpeaban el volante repetidas veces, y no dejé de hacerlo hasta llegar al cementerio y bajarme del auto apresuradamente. Caminé y caminé buscando el lugar en el que se encontraba Louis, hasta que vi a un chico vestido totalmente de negro y parado delante de una de las lápidas, mi corazón se partió al verlo tan hecho polvo y corrí a su lado pero mantuve cierta distancia entre nosotros, pues sabía cuando el quería que alguien lo abrazara y estaba totalmente segura de que este no era uno de esos momentos.
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Maravillosa Perfección
RomanceChloe Silvert es una adolescente de 17 años muy guapa, aunque a ella le cueste aceptarlo... Tiene una familia que la ama, unos amigos grandiosos y una persona especial que la espera. Pero siempre se encuentran todo tipo de personas en la vida, y en...