Capitulo 41

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Pude sentir como mi cabeza y mi cuerpo golpearon el suelo, aunque en realidad no fue un golpe tan fuerte, como si hubiera caído de apenas unos metros; ¿un sueño?....No, no era eso, era real

En cuanto mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, lo primero que vi fue un cuerpo; salte por temor, era un cadáver, pero ¿donde lo había visto? Me puse a reflexionar unos segundos y recordé, lo había visto en mi sueño; mire hacia arriba para tranquilizarme un poco esperando ver el mismo vacío negro que veía mientras estaba cayendo, pero lo que vi no era nada parecido a eso, había una clase de barrera sobre mi, era como un pequeño cielo nocturno lleno de estrellas

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando unas pequeñas luces azules empezaron a rodear mi cuerpo, las mismas que había visto en mi sueño

- ¿Así que lograste llegar aquí?- Era una voz gruesa y rasposa

No pude emitir ningún sonido con mi garganta por mucho que lo intente, así que trate de hablar con él como lo hacía con las criaturas del bosque

- ¿Quién eres?- funcionó - ¿En dónde estoy?¿Qué es esto que está sobre mi?- señale la extraña barrera

- Tu nos estabas buscando, ya nos has encontrado- mis ojos se posaron en una figura que salía de la penumbra- Estas en lo que un día fue el reino de los dragones, y esto...es un portal

- ¿Un portal?¿hacia dónde?

- Hacia la muerte- su voz sonó un poco melancólica- aquel barranco en el que tú y tus amigos se adentraron es solo una trampa, en realidad no tiene final, pudieron haber estado bajando por siglos y jamás hubieran encontrado suelo

Por eso cuando Louis lanzó las rocas no oímos el suelo, no tiene un final

- ¿Y porque yo...?- interrumpí mi pregunta para formular otra que me pareció mucho más importante- ¿Y mis amigos?

- Tu estás aquí porque Amaya confía en ti- respondió a la primera pregunta

- ¿Amaya? ¿Quien es?...¿Y mis amigos?

- Ya veo así que no lo sabes...- el dragón quien ya estaba en mi campo de visón parecía irritado- tú y tus amigos aún siguen cayendo al vacío, tu espíritu es el único que está aquí, tu cuerpo sigue allá fuera

Por eso no podía usar mi garganta para hablar

- Pero...tengo que decirle yo...tengo que ayudarlos

- Ellos estarán bien- se unió a nosotros una voz familiar- No debes preocuparte por ellos ahora

- Tu...¿quién eres?- dije reconociendo la voz que hasta hace unos días estaba empezando a soñar en mi cabeza

- Mi nombre es Amaya pequeña July, te he estado protegiendo desde hace mucho

- ¿Amaya?- al decir su nombre una melancolía recorrió mi cuerpo- ¿Por qué...?

- No hay mucho tiempo July, estuviste cayendo por varios días, tal vez semanas, el primer copo de nieve está a punto de caer

- ¿Qué?- dije exaltada- ¿pero cómo es eso posible?

- Como ya te había dicho- dijo el dragón- está es tu muerte, y lo que parecen segundos, en el mundo de los vivos podrían ser días

- Entonces debo apresurarme, ustedes los dragones eran mi única esperanza pero...- dije asustada- están muertos

- Aún queda esperanza July- habló Amaya- si me dejas mostrarte, podrás salvarlos a todos

- Pero que hay de mis amigos, no puedo dejarlos solos

- Ellos estarán bien, Armon- dijo refiriéndose al dragón- les ayudará, y mientras no caigan, ellos estarán bien

- Mientras no caigan, a que te refieres- un escalofrío me lleno- entonces yo...

- Estarás bien, pero si no me dejas enseñarte entonces...

Reflexione un momento sobre todo lo que había dicho y era cierto, estaba muy asustada, pero quería salvar a mis amigos, quería salvar a Zac

- Muy bien -enséñame-

El lobo blanco [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora