Capítulo 2

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La murciélago tocó en la puerta de su amigo, pero en vez de que le contestara Shadow, quien abrió la puerta fue el erizo cobalto. Este la saludo, y luego se disculpó: "Lo siento, pero me tengo que ir a mi casa." La murciélago le perdonó y entró en la casa del azabache. -Hola Shads...-Saludó, a lo que el otro le mandó un saludo de vuelta. Ella solo sonrió mirando al vetado suspirar mirando la puerta. -Vaya... vaya...-Le dijo, el otro solo le mando una sonrisa antes de bostezar. -Creí que te daba pánico acercarte a él de momento... ¿O fue él quien vino?-Preguntó orgullosa. El mayor miró un momento al sofá, allí había dormido Sonic... Él volvió a sonreír pensando en todas las fotos y caricias que le hizo al menor mientras dormía. No intento nada demasiado "impuro"... de momento. -Estoy orgullosa de ti, Shads. ¿Arreglaste tu cámara?-

-No, pero utilicé la silenciosa del móvil.-Le dijo mirando la galería del celular. Pensaba en lo hermoso que se veía el cobalto en las fotos.

-Oye, ya sé que no te gusta hablar del tema, pero, ¿qué te dijo el psicólogo?-

-...-El vetado solo suspiró. Odiaba hablar de que iba al psicólogo, y más aun, odiaba decir lo que en mismo le mandaba. -... Lo que me pasa es que... sufro un... trastorno que demuestra un amor obsesivo. Suele darse en una persona sola, con poca facilidad para establecer relaciones personales, y en algunos casos, la persona puede sufrir enfermedades mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Recuerda que el psicólogo también me detectó ambas enfermedades.-Dijo serio. -Temo que esto vaya a más y acabe haciendo daño a Sonic...-

-No creo que pase. Tu tranquilo.-Le puso la mano en el hombro.

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El cobalto le contó lo pasado al zorro. Este lo abrazó. Lo tranquilizó, y le dijo que lo sabía. Por la televisión anunciaban la muerte de Sally. No sabían quien había sido.

-Sonic, lo mejor es olvidarse de todo eso... se lo merecía. ¿Quieres que vayamos a algún sitio para distraerte?-

-Es que... no sé...-

-Sonic, hasta Shadow piensa lo mismo. Mira, ¿llamamos a la pandilla y hacemos algo aquí?-

-¿Cómo qué?-

-No sé... ¿un karaoke?-Preguntó el zorro, sabía que a Sonic le encantaban los karaokes.

-... Vale.-

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Shadow se sentó en el sillón del erizo junto a los demás sosteniendo en sus manos un vaso con refresco. Miró a Sonic, se le podía ver realmente triste. El vetado no soportaba verlo así. Entre los invitados, estaba Manic, quien era el principal amante de Sally cuando esta estaba viva. Este, se excusó saliendo de la casa para hacer una llamada. Entonces, Knuckles aprovechó para hablar. Cogió aire y llamó la atención de Sonic. Le regaló una sonrisa tranquilizante y acto seguido, todos los demás hicieron lo mismo. -Sonic... di la verdad. ¿Tu acabaste con Sally?- El erizo miró al suelo. -Di, no nos enfadaremos, te comprendemos y pensamos que hiciste bien.-Dijo, a lo que el cobalto levantó la mirada aún con lágrimas en los ojos. Amy corrió a abrazarlo, pero, para sorpresa de esta, el correspondió al abrazo. El erizo necesitaba abrazar a alguien más que nunca... Cosa que provocó que cierto azabache se pusiera celoso. "Sonic es mío y solo mío..." Pensó el de franjas color rubí observando la escena. ¿Cómo se atrevía a abrazar a su querido Sonic de esa manera? "Siempre odié a Rose, pero, esa fue la gota que colmó el vaso..." Volvió a pensar. Sacó su móvil y con la cámara silenciosa, le sacó una foto a la eriza. La iba a necesitar para un plan que nadaba por su, ahora, oscura mente. La murciélago se dio cuenta de esto, y miró a Shadow preocupada. Sabía lo que el mayor tenía en mente. -Bueno...-Dijo el equidna para relajar el ambiente. -¿Quien canta?-Preguntó, a lo que Fiona se levantó. Y justo cuando pasó al lado de Sonic, le acarició los labios al erizo. Fiona había roto con Scourge hacía un mes y medio, desde entonces, le había echado el ojo al héroe de Mobius. Otro ataque de celos por parte de Shadow, ¿por qué no? Sacó de nuevo la cámara y susurrando un "Tú también desaparecerás", sacó otra foto, solo que, a la zorro de pelaje rojizo. De nuevo, la murciélago se preocupó. Esta le pidió al azabache que si podían hablar en privado. Este aceptó y la acompañó a fuera de la sala. Una vez a solas, la chica habló.

-Shads... No estarás pensando en...-Fue interrumpida por el vetado.

-Por fin tengo la oportunidad de que me ame y ¡esas dos PERRAS, me lo intentan robar!-Enfureció.

-Shads, date cuenta, el no ama a ninguna, y mucho menos a Amy.-

-¿¡Qué no viste como la abrazó!? ¡Y encima sonrió cuando la ZORRA DE FIONA LE ACARICIÓ LOS LABIOS! ¡ELLAS NO LO MERECEN! ¡NO LO AMAN CÓMO YO LO AMO!-Dijo enfurecido. -¡Él es mío...! Solo mío... Y de nadie más... de nadie... más...-Dijo mirando al suelo. Odiaba ver la cruda realidad de que Sonic no lo amaba. Odiaba darse cuenta de que Sonic lo quería como a un amigo... pero, hasta ahí. Se oyeron unos pasos. Era Manic, quien iba acompañado de una eriza. Estos entraron el salón. -...Esa eriza, me suena de algo.- Dijo el vetado. Este volvió al living escuchando a Manic, quien estaba presentado a la fémina. Era una eriza rubia, de grandes ojos azules y llevaba un traje del mismo color.

-Ella es una compañera de trabajo, se llama Mary.-Dijo Manic. Shadow se sentó en su sitio un tanto asombrado. Pero solo eran coincidencias, no podía ser María. Esta, se sentó el lado de Shadow.

-Hola, ¿cómo te llamas?-Preguntó la eriza.

-Shadow.-Respondió el azabache mirando a Sonic.

Los minutos pasaron de forma lenta, aquella chica se parecía a Amy. No paraba de molestar a Shadow, y en menos de 5 minutos, dijo que quería ser su novia. Se puso a abrazarlo y a darle besos en las mejillas. El vetado, con tal de no pegarle un tiro, se puso a hablar con Rouge.

Por el otro lado, Sonic no paraba de pensar en lo ocurrido en la noche anterior. Sobre todo en aquel beso. Sintió como ardía su rostro. Se levantó y se fue al cuarto de baño, una vez en él, aclaró sus pensamientos... aquel beso fue de ensueño... Pero, ¿por qué su corazón latía tan rápido? ¿Por qué no podía sacarse a Shadow de su cabeza? ¿Por qué se sentía así? Acaso... ¿se había enamorado de Shadow, de su mayor rival? No supo contestar a esta pregunta, hasta que volvió al salón... Ver a ESA abrazando y besando así a Shadow puso su sangre a hervir... Sintió odio, rabia, ira y fuego recorrer sus venas... Cuando llegó la hora de volver a casa, Shadow fue el primero en querer irse. Justó cuando pasó por la puerta principal, Sonic corrió y arremetió e levemente contra el oji-rubí. -¿Eh?-Preguntó el mayor. -So-so-Sonic...- Sonic, haciendo como que se recomponía, cogió el arma de Shadow.

-Ups... lo siento, solo quería darte algo antes de que te fueras.- Se puso el arma en su espalda y besó los labios de el de franjas rojas. Este se quedó asombrado. -Buenas noches y ten cuidado...-Le dijo regalándole una sonrisa sincera. Una vez, el mayor se fue, el cobalto esperó a que Mary se fuera. Cuando esto sucedió, él la siguió. Ella vivía en la playa lejos de la población. Al ser el héroe de Mobius, tuvo que estudiar criminología para aprender a identificar a un criminal por el asesinato que cometía, por lo que sabía con certeza, que NO hacer para evitar ser descubierto. Disparó a la chica en el centro de la cabeza mientras esta, iba a abrir la puerta. Murió al instante. Un lago de brillante sangre se formó alrededor del cadáver. Sonic agradeció que la pistola tuviera silenciador, así podía segur disparando. Incluyendo al primero, dio en total 5 disparos. Vale, en primer lugar, tenía que hacer desaparecer las balas... Las balas tienen algo llamado: "Huellas Balísticas" que son unas huellas que se quedaban en la bala después de ser disparada. Con estas huellas se podía identificar el arma del crimen. Así que, si no había balas, no se sabría con exactitud que arma de todas las que hay en el mundo era el arma del crimen. Miró al mar... Había tiburones nadando cerca de la costa, eran pequeños, pero era tiburones. Sonic echó un poco de sangre al agua y automáticamente, ambos tiburones miraron a la costa. Sonic lanzó el cadáver al mar, y tan pronto como la marea se lo llevó, los tiburones se abalanzaron sobre la chica sin vida. El cobalto estuvo deshaciéndose de la sangre y cerró la puerta de la casa haciendo como que la chica nunca abrió, sino que decidió darse un baño nocturno y se la comieron los tiburones. Dejó las llaves en el agua y la corriente se las llevó. Corrió a toda velocidad hasta llegar a su casa y una vez en ella, se lavó. Dentro de la ducha, comenzó a pensar en si hizo bien. Y por último, pensó en su amado Shadow. -¿Él me querrá tanto como lo quiero yo a él?-Se preguntó. -Shadow es mío... ja...ja...ja... me pertenece... y yo le pertenezco a él...-Rió de forma macabra.

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¡Bye! *kisu*

El romance de un yandere y un stalker.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora