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En las madrugadas es en donde los sentimientos salen a flote, se sensibilizan, se hacen más honestos de lo común.

Y ese fue nuestro primer error, hablarnos por las madrugadas.

¿Qué clase de locos eramos? Una, dos, tres... cinco, seis de la mañana, sin cansarnos de hablar. Ahora lo que me pregunto, ¿Qué tanto hablamos?

Bueno, para ser sincera no hablábamos de cosas comunes, si no, de cosas que "hubieran" pasado.

-¿Qué hubiera pasado si esta mañana llegará y te besara? - preguntó.

-Te hubiera correspondido - conteste sinceramente con un tono rojo leve en mis mejillas.

Y es que ese fue nuestro principal error, el "hubiera" no existe.

¿Por qué no me besaste esa mañana? Todo habría sido diferente.

Secret Love StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora