Ojala tuviera novio, un novio que viviera colgado de la percha de mi armario. Podría sacarlo siempre que quisiera, para que me mirara como hacen los chicos de las películas, como si yo fuera guapísima. No hablaría mucho, peor suspiraría al quitarse la chaqueta de cuero y desabrocharse los vaqueros. Llevaría calzoncillos blancos estaría tan bueno que casi me desmayaría. Luego se ocurriera de desnudarme, susurrándome: <<Tessa, te quiero. Te quiero de verdad. Eres muy hermosa>>, exactamente esas palabras.
Me incorporo y enciendo la luz de la mesilla. Hay un bolígrafo, pero no tengo papel, así que escribo en la pared: <<Quiero sentir el peso de un chico sobre mi>>. Luego me tumbo miro el cielo por la ventana. Se ah vuelto de un color extraño, rojo y negro a la vez, como si el día se estuviera desangrando.
Huelo a salchichas. Los sábados por la noche siempre hay salchichas. También habrá puré de papas, col y salsa de carne con cebolla. Papa tendrá su billete de lotería (Mi hermano Cal habrá elegido el numero), y ambos estarán sentados delante del televisor, cenando con una bandeja en el regazo. Veran Factor X y luego ¿Quien quiere ser millonario? después Cal se dará un baño y se ira a la cama, y papa beberá cerveza y fumara hasta que vea su hora de acostarse.
Hace un rato subió a verme. Fue hasta la ventana y abrió las cortinas.
-¡Mira que bonito! -exclamo cuando la habitación se inundo de luz. Se veía la tarde, las copas de los arboles, el cielo. Su silueta se recortaba contra la ventana, con los brazos en jarras. Parecía un Power Rangers-. Si no quieres hablar de ella, ¿como voy a ayudarte? - dijo, y se acerco para sentarse al borde de la cama. Yo contuve la respiración. Si lo haces a tiempo, unos destellos blancos te bailan delante de los ojos. Papa alargo la mano para acariciar mi cabello, sus dedos masajearon suavemente mi cuero cabelludo.
-Respira, Tessa - Me susurro-
Pero yo cogí mi pasamontañas de la mesilla y me tape los ojos. Entonces el se fue. Ahora esta abajo friendo salchichas. Oigo el chisporroteo de la grasa, como borbotea la salsa en la sarten. No estoy segura de que sea normal oír todo eso desde aquí arriba, pero ya nada me sorprende. Ahora oigo a Cal bajándose la cremallera de la chaqueta, vuelve de comprar mostaza. Hace diez minutos papa le dio dinero, lo dejo ir y le dijo <<No hables con gente rara>>. Al marcharse Cal, papa se fumo un cigarro afuera, en la puerta de atrás- se oía el susurro de las hojas caer sobre la hierba. La invasión del otoño.
-Cuelga la chaqueta y ve a ver si Tess quiere algo - dice papa-. Hay moras de sobras animala a comer. Call lleva las zapatillas de deporte, las suelas resoplan cuando sube las escaleras a saltos y entra en mi habitación. Finjo estar dormida, pero eso no lo detiene: se inclina sobre mi.
-Me da igual que no vuelvas a hablarme mas nunca -susurra. Abro un ojo y me encuentro con sus ojos azules. Sabia que estabas haciéndote la dormida. -Y sonríe de oreja a oreja de un modo encantador
-. Papa pregunta si quieres moras.
-No quiero.
-¿Y que le digo entonces?
-Dile que quiero una cría de elefantes.
-Suelta una carcajada
-Voy a echarte de menos -declara, y me deja con la puerta abierta y la corriente de aire que llega desde la escalera.
ESTÁS LEYENDO
Antes de morir.
RomanceA sus 16 años Tessa sabe que le quedan pocos meses de vida, por eso elabora una lista con diez cosas que hacer antes de morir, como probar el sexo, las drogas, conducir un coche... y la más desgarradora de todas, enamorarse. Un día como cualquier ot...