"...Dulce briza que acaricias su rostro. Cuánta envidia no te he de tener. Vas y vuelves en una dulce danza, al compás de su rebelde cabello que ondea sin temor. El eco de su sonrisa y el resplandor de su voz, te dejarán sin aliento de una manera feroz. Temblarás sin compasión al escuchar su nombre y te sudarán las manos al pronunciarlo. Convencida estoy de que eres arte. Amo tus colores sin contraste que a fin de cuentas hacen una combinación deslumbrante..
Tu ocasionas estos versos en mi que no pueden parar. Todos y cada uno de ellos son para ti.
Las estrellas brillan de envidia hacia ti, se susurran entre ellas lo celosas que están a causa de tu bella alma. Despójate de tu inseguridad y queda al desnudo. Tus hipnotizantes ojos ocasionan en mi mente un disturbio.
La marea se ha unido a la briza y se han enamorado. Tocarán para ti la más bella sinfonía y cantarás a su compás, emanando una hermosa melodía. Mira hacia el horizonte y déjate llevar por la tenue luz que poco a poco desaparece. Permite que los últimos rayos del sol acaricien tu piel y, al fin de todo, dale buenas noches al día, déjalo descansar y prepárate para el amanecer..."
