Tiempo (Osomatsu-san)

Capítulo 6

Sé que os rompí el corazón con el capítulo anterior... ¡Pero la cosa mejorará, os lo prometo! Este es un capítulo más alegre que he escrito esta misma tarde. Disfrutadlo ^-^

Osomatsu y Tania estaban sentados en la mesa de un lujoso restaurante. Osomatsu miraba todo con ojo clínico, los cubiertos estaban tan perfectamente colocados que incluso daba miedo. Hasta el agua del jarrón con flores parecía que llevaba purpurina, además de que todo estaba perfectamente limpio y brillante.

Ambos se reconciliaron porque de verdad querían casarse, aunque él fuera un vago.

Osomatsu miró a Tania y vio que tenía la misma expresión que él.

- ¿Por qué hemos venido a este sitio...?- Le susurró sudando frío.- Tiene pinta de ser caro, caro, caro...

- Hay que ir probando menús cariño... Es una cena gratis y sin compromiso.- Le respondió Tania en el mismo tono, mirando hacia todos lados.

Vino un camarero quien le puso los primeros entrantes a ambos.

- Quiché de verduras con queso crema y cebolla caramelizada.- Dijo el título del plato como si fuera un poema. Hizo una reverencia y se fue. Osomatsu se acercó a Tania nervioso.

- ¿Qué es un quiché?- Le preguntó señalando el plato.

- Em... tú calla y come.- Dijo Tania cogiendo un tenedor y llevándose un pedazo a la boca.

Osomatsu miró el plato, sacando la lengua: no le gustaban demasiado las verduras. Aun así hizo el esfuerzo de probarlo. Cuando lo saboreó abrió los ojos encantado.

- ¡Qué rico...!- Se llevó la mano a la mejilla y siguió comiendo.- ¿Te gusta el plato amor? ¡Woah...!

Tania ya se había terminado el plato cuando Osomatsu le preguntó. Se estaba limpiando los labios con la servilleta.

- Delicioso.- Afirmó, tomando un poco de vino.

El mesero regresó, les apartó los platos, puso un pequeño plato hondo en frente de ellos y rellenó sus copas de vino.

Osomatsu miró su reflejo en aquella sopa: era casi transparente.

- ¿Y de este plato no nos dice el nombre?- Preguntó tomando una cuchara y probando el plato.

- ¡No nene, espera...!- Fue a pararlo Tania pero Osomatsu ya se había metido la cuchara en la boca y se puso verde al notar el sabor tan feo a limpiacristales que tenía.

- ¡PTFFFFF!- Escupió esa cosa en un actorreflejo, llenando la cara de Tania de su propia baba.

Ella abrió la boca asqueada y dio un pequeño grito, llamando la atención de los demás comensales.

- ¡Lo siento Tania-chan!- Osomatsu cogió una servilleta y la pasó por la cara de Tania, intentando limpiarla. Como llevaba escote también pasó el trapo por sus pechos.

- ¡Esa agua se usa para limpiarse las manos, cateto...!- Gruñó ella, dejando que la limpiase, al fin y al cabo esto lo había provocado él.

- Esto... ¿Algún problema?- Dijo el mesero trayendo los primeros platos, con una gota en su sien. Tania y Osomatsu volvieron a sus asientos, avergonzados.

Quitó la sopita con aroma a limón y puso los primeros en la mesa.

- Vichyssoise con magré de pato y virutas de ternera a la brasa.- Pronunció con un excelente acento francés antes de marcharse.