Tiempo (Osomatsu-san)

Capítulo 8

Últimamente no tengo mucho tiempo para contestar comentarios y de escribir... os juro que lo haré más tarde :D 

El calor en África era insoportable y más si andabas por una desierta carretera a las tres de la tarde. Jyuusimatsu jadeaba como un perrito con la lengua afuera y con muchas ojeras y Nagato sudaba como si fuera una fuente.

- ¿Falta mucho para llegar...?- Le preguntó él, secándose el sudor de la frente. Nagato paró un momento y sacó un mapa del bolsillo que había conseguido en el aeropuerto.

- Según esto...- Dijo, girándolo un par de veces. Las indicaciones estaban en francés y no las entendía muy bien.- Hay que seguir la carretera y luego habrá una parada de bus.

Habían decidido poner rumbo a la ciudad de al lado. Allí les comentaron que habían hoteles en donde por lo menos podían quedarse el resto de la semana, ya que iban a pasar la frontera con Egipto.

Jyuusimatsu se rascó la cabeza, con una mirada triste. Estaban rodeados de desierto y no se veían ni animales salvajes ni personas.

- ¿Estás cansado?- Le preguntó Nagato tomándolo de la mano y retomando el rumbo hacia la frontera.

- Ugg... yo...- Jadeaba sin poder respirar.

Nagato lo miró asustada. El pobre estaba muy rojo y sudaba mucho.

- Vamos pronto a la parada, creo que te está dando una insolación...- Agregó, corriendo un poco.

Pronto divisaron la parada. No había nadie, ni siquiera autobuses, pero sí un pequeño techo y un banco. Jyuusimatsu se sentó allí y se quitó la sudadera, aliviado.

Nagato dejó las maletas y abrió su mochila, sacando una botella de agua y protección solar.

- Mírame a los ojos amor.- Le dijo a Jyuusimatsu. Obedeció poniendo sus ojos en forma de almendra muy seriamente y Nagato esparció la crema solar por sus mejillas junto a su nariz y su frente, dándole un masaje.

Jyuushimatsu cerró los ojos sintiendo las manos acariciarle tan cariñosamente la cara. Menos mal que no estaba solo y que Nagato lo cuidaba.

- Ya está.- Finalizó y le dio un cachete suave en la quemada mejilla.

- ¡Ay!- Se quejó Jyuusimatsu sobándose la cachetada.

- Eso por llevarme al continente equivocado.- Fingió enfado y después soltó una pequeña risa, bajo la atenta mirada de Jyuusimatsu. Bajó la cabeza, mirando al suelo.

Nagato bebió un poco de agua y luego se lo ofreció a él, pero seguía con la cabeza agachada.

- ¿Estás bien? Sólo era una broma...- Dijo, sentándose a su lado.

- Sí, estoy bien.- Levantó la cabeza, volviendo a poner su sonrisa de oreja a oreja. Tomó el agua y bebió un poco.- Sólo me preguntaba qué pensante de mí cuando nos conocimos.- Movió los pies, balanceándolos, haciendo que la tierra del suelo se levantara un poco.

Nagato miró al horizonte y se puso a reír.

- Si te digo la verdad... pensé que eras muy raro.

Jyuusimatsu la miró y rió al compás de ella. Luego Nagato suspiró.

- Después pensé que eras muy mono. Pero me contaste lo de esa chica... Homerun.

- Y... ¿Y qué pensaste?- Le preguntó, más sonrojado de lo que ya estaba.

- Pensé... no quiero ser un parche. Por eso me afectó tanto la otra vez que la vimos.- Giró la cara y se tapó la boca, un poco afectada.