Capítulo 5

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Todomatsu estaba cargando las pocas cosas que le faltaban para mudarse por fin a la casa de Midori. En realidad, se sentía un poco mal por dejar atrás a sus hermanos, pero todo tenía que avanzar tarde o temprano...

Llegó y se encontró con la puerta abierta, asustándose un poco.

- ¿¡Midori-chan!?- Exclamó, dejando la caja con sus cosas y mirando por todos lados.- ¿¡Estás bien!?

Subió hasta la planta de arriba y entró en el dormitorio principal. Vio unos pies asomarse de debajo de la cama que se movían mucho.

- ¿Midori-chan?

Se escuchó un golpe seco y unos gemidos de dolor.

- Ay ay ay...

Midori salió de debajo de la cama, sobándose la cabeza con los ojos cerrados. Todomatsu suspiró y se acercó a ella, estaba llena de polvo. Tenía un trapo para limpiar entre sus manos.

- ¿Estás bien?- Le sacudió el polvo de la ropa.- Te he estado llamando. Creía que había entrado alguien, la puerta estaba abierta...- No paraba de hablar, preocupado. Midori tosió un poco por la suciedad.

- Perdona, siempre dejo la puerta abierta cuando limpio, para que se airee la casa...

- Bien... qué susto, creía que te había pasado algo.- Suspiró con una leve sonrisa. Midori sonrió, tomando las mejillas de Todomatsu y dándole un beso en los labios. Él correspondió feliz, cerrando los ojos.

- ¿Ya has traído el resto de sus cosas?- Le preguntó, separándose un poco.

- Sí, bueno... Me faltan algunas cosas todavía.- Se excusó algo apurado, sudando frío.

Midori se separó del todo y puso sus manos en jarra, haciendo un mohín.

- ¿Todavía? Llevas muchos días de mudanza. ¿Tantas cosas tienes?

Todomatsu se rascó la mejilla, avergonzado. Midori suspiró y salió de la habitación, bajando las escaleras mientras era seguida por Todomatsu. Midori se asomó a ver la caja.

- ¿Sólo has traído eso?- Le preguntó curiosa.

Todomatsu se mantuvo en silencio y se acercó a ella, abrazándola. Midori sonrió, sabía exactamente lo que le pasaba.

- Los voy a echar de menos... no puedo, yo...- Lloraba en el pecho de ella.- Tengo muchos remordimientos por irme...

- Ey...- Lo abrazó con fuerza, acariciándole la espalda.- Es normal que estés así, eres el pequeño... ellos siempre te cuidaron.

Fueron poco a poco sentándose en el suelo. Todomatsu no paraba de derramar lágrimas, mojando el pecho de Midori. Ella lo reconfortaba entre sus brazos lo más que podía.

- Esperaré el tiempo que necesites, como tú esperaste por mí.- Le susurró, acariciando sus mejillas y limpiando sus lágrimas.

Todomatsu sonrió un poco entre tanto lloro. A pesar de que estaba sufriendo tanto por las circunstancias, tenía la comprensión y el apoyo de Midori.

Karamatsu y Rinko estaban agachados en frente de una inmobiliaria, mirando con ojo clínico los pisos que estaban en alquiler. Todos eran muy caros, pequeños u ambos a la vez.

- Ugh...- Emitió Rinko en un balbuceo, deprimida.

- Esto... ¿Qué tal si miramos en otro lado?- Le animó Karamatsu, sonriendo un poco. Rinko negó con la cabeza.

Tiempo (Osomatsu-san)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora