Ella creyó
que si no comía
tal vez el la amaría.
Pero, ilusa,
no pensó
que él ni tan si quiera la miraba
como ella le miraba a él.
Y lloraba, desconsolada
todas las noches,
las madrugadas...
Pero cada mañana
las penas se iban,
todo se calmaba
o eso parecía,
porque tanto había mentido
diciendo "nunca te he querido",
tantas sonrisas, falsas, había
que ahora, incluso ella las creía.
[pero no,
seguía rompiendose
y sin darse cuenta
moría por dentro
con risas por fuera
guardando su secreto]
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Noches frías y versos rotos
PoesíaPorque todos necesitamos liberarnos de alguna forma.