La mujer que acababa de sentarse en la silla del escritorio principal alzó la mirada. Los ojos azules recorrieron descarados a Niall. Perfecto dios griego, podría hacer mojar el tanga de cualquier mujer con solo mirarlo. Una camisa de tirantes negra, ceñida, que dejaba ver los músculos del brazo y daba a imaginar que abdomen tendría… unos pantalones del mismo color, no eran estrechos. Y unas botas militares.
La secretaria se movió en su asiento, era un hombre excitante. Lo miró a los ojos, intentando recuperar la compostura.
- Ho-hola… ¿Lo puedo ayudar en algo?
- Ajá. – dijo con un tono ronco, vacilante. – Quiero hora con la señorita
________. Necesito urgentemente que me trate la espalda.
La secretaria miró en la agenda.
- Bueno… ¿para cuándo lo quiere?
- Para ahora mismo. – la mujer abrió algo los ojos.
- Oh… creo que esta hora… - recorrió con el dedo la agenda. – Si, está libre.
- Entonces ¿puedo pasar ya? – dijo con una esplendida sonrisa que terminó de aturdir a la secretaria.
- Sí, claro, claro… - dijo hundiendo los ojos en los labios de Niall.
- Gracias.
Disimuladamente, colocó una micro cámara en la parte posterior de la mesa de la secretaria. Luego se dirigió a la puerta donde ponía ‘espere su turno’. Entró sin avisar, sabiendo que aun era observado por la rubia secretaria.
- Madre mía. – susurró observando la espalda y trasero de Niall.
_______ no se dio cuenta de que alguien había entrado en la clínica. Y A esa hora no venia prácticamente nadie. Así que se había dispuesto a cambiarse.
Niall se encontró en un pasillo, no muy largo. Dedujo que era la primera puerta a la derecha. ‘Dra Sykes’. Niall entró sin picar a la puerta. Se encontró con la mujer de antes, Ahora solo en ropa interior. _________ se giró, sobresaltada.Niall no pudo evitar quedarse mirándola. Unas curvas perfectamente hechas para que él pasara la lengua. Pechos firmes enfundados en un sujetador gris, del mismo color que el tanga, que dejaba a la vista unas buenas nalgas. _________ se tapó con su bata de masajista.
- ¿Se pensaba quedar mirándome todo el día como un baboso? – le espetó
_______, cabreada y sonrojadísima.
Niall se río. Además con buen carácter. Eso le ponía.