1

4.4K 395 116
                                    

Suspiró enternecido pero algo molesto, a pesar que él tenía su propio cuarto siempre terminaba colándose por la noches.

-Kami-sama, vamos despierta...de nuevo estas en mi cama

El rubio seguía durmiendo como un tronco, el otro chico volvió a suspirar y se levantó...sabía que no se movería, además ya era momento de levantarse tenía que ir a clases, luego pasar por la tienda...pero antes de eso tenía que preparar el desayuno.

-Siempre madrugas- el joven rubio apareció

-Porque me despiertas... ¿Qué tiene de especial mi cama Kami-sama?

-Es mas cálida...ya deja eso, te dije que no me llames así....con Tsukishima basta

-Eres un Dios...no puedo ser irrespetuoso-sonrió

-Como un Dios te exijo que me dejes de llamar así...es molesto Yamaguchi

Mientras comían el desayuno Yamaguchi recordaba como había terminado en esta situación...

Todo paso hace algunas semanas, Yamaguchi Tadashi era estudiante de artes de la universidad, un chico tímido, de bajo perfil. Había sido invitado a un fiesta por sus compañeros de clases, cuando iba de regreso a casa se encontró a un joven herido en un callejón...su buen sentido le dijo que debía de ayudar aquel chico.

Curó sus heridas, lo abrigó y espero a que despertara...eso paso unos tres días después de que lo encontró. Cuando el joven abrió los ojos, parecía estar algo desorientado así que Yamaguchi solo le sonrió y espero a que se calmara.

-Tranquilo, aquí estarás a salvo...soy...

-Yamaguchi Tadashi...eso ya lo sé-suspiro molesto

-¿Heee?... ¿Me conoces?-entró en pánico

-No mucho...no he recuperado mi energía así que es lo único que puedo saber

-¿Energía?... ¿Eso...?... ¿Quién eres?

-El Dios de la luna Tsukishima Kei

El cuarto quedó en silencio, Yamaguchi lo observaba impresionado... ¿Un dios?, pero Tsukishima sabia que tal vez este chico no le creería algo tan raro...inclusive pensó que le diría lo mismo que las demás personas "Estás loco"...ya estaba acostumbrado.

-¿Un dios?... ¡IMPRESIONANTE....MAS QUE ESO...¡¡GENIAL!!...lo lamento-hizo una reverencia-disculpe mi rudeza Kami-sama

-Tú...-estaba demasiado impresionado, era la primera vez que alguien le creía-...no es nada tan impresionante, bien...Yamaguchi Tadashi por tu amabilidad te concederé tres deseos...es tu recompensa por ayudarme

-¿Queeé?... no espere...no lo ayude para ser recompensado-movió sus manos para negarse

-Cállate Yamaguchi, eso lo sé...solo acepta mi gratitud

-Bueno...-suspiro-... ¿Tres deseos eh?... ¿Que podría pedir?...tal vez una porción de papas fritas-sonrió

-Denegado...no puedes desperdiciar los deseos así hombre...piensa bien las cosas-se cruzó de brazos

-Eso hago...pero no hay nada que quiera pedir-se quejó

-¿Dinero?...puedes ser millonario, famoso....que se yo-el Dios estaba molesto

-Pero si me lo dice tan de repente es obvio que no tendré nada en mente, Kami-sama

-Tranquilo, tomate tu tiempo...pero no desapareceré hasta que te cumpla los deseos...así que me quedare aquí

Yamaguchi sonrió al recordar como todo había sido su culpa....obligar a un Dios a quedarse en su casa, solo por no tener grandes ambiciones...pero, ¿Qué podría hacerlo feliz?...no era tan fácil.

Mi querido Dios (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora