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El cielo estrellado, era hermoso...el jardín del templo era perfecto para recostarse y contemplar aquel hermoso paisaje...pero Tsukishima no podía ver nada, su mente estaba en blanco, volvió a leer los pergaminos una y otra vez, pero no podía conseguir nada...

"Tsukki-sama
Necesito hablar contigo...quiero verte, todavía tengo muchas que decir y que quiero que sepas...solo vuelve...por favor..."

"Tsukki-sama
¿Tanto te desagrado mi confesión?...si fue así, lo siento...me gustaría poder decir que olvides todo...pero no quiero...aun cuando eso signifique que no quieras verme..."

"Tsukki-sama
Por favor no me odies...solo quiero verte, saber cómo estas...perdóname...si vuelves prometo que no volveré a hablar del tema..Tsukki, si no recibo noticias tuyas...quizás yo..."

"Tsuki no Kami
Ya lo entendí...lamento todo lo que paso, no pensé que mis sentimientos arruinarían todo, enamorarme de ti ha sido lo mejor que he hecho en mi vida, gracias por aparecer...esta será la última vez...así que no importa lo que diga...quería decirte esto hace mucho tiempo, y no por aquí, pero no me queda opción...te amo mucho..."

........

Cuanto tiempo había pasado... ¿Cinco meses?...ya no lo recordaba, pero desde hace mucho que Tsukishima dejó de tener noticias del pecoso, ya no le veía por su espejo...todo cambio tan rápido.

Pronto llegaría el año nuevo, y en el templo se realizaba una ceremonia especial, por lo que los Dioses se reunieron para preparar la celebración. Tsukishima pretendía escuchar, pero su mente vagaba por la nada.

-Entonces es momento de la ceremonia de purificación...ahora todos estamos completos-Nishinoya el Dios de la valentía estaba entusiasmado

-El maestro tiene toda la razón-el Dios de la alegría Tanaka lo animaba

-Yo no participare, todavía no elijo a mi protegido-Tsukishima levanto la mano

-¿Qué sucedió con Yamaguchi?-Sugawara parecía preocupado

-No era el humano que estaba buscando...

El alma del rubio se retorció ante aquella mentira...es solo que no podía permitir que su querido humano se quedara a su lado...era un sacrificio demasiado grande.

Abandonó la reunión sin que los demás se dieran cuenta, tenía mucho trabajo que hacer, a medida que sus oraciones aumentaban...siempre esperaba encontrar una de Yamaguchi, pero la de la otra vez de verdad era la última.

"Tsuki no Kami
Gracias por escuchar mis plegarias...tengo cuatro meses de embarazo, y todo gracias a que escucho mi plegarias...cuando ya no tenía esperanzas el joven de mi vecino me dijo que le rezara al Dios de la luna, y ahora veo que no se equivocaba...muchas gracias..."

Lo logró...pudo dar felicidad a un humano...nunca pensó que recibir las gracias, sería tan cálido en su interior...se sintió tan lleno de vida, Tsukishima le pidió al Dios del sol que bendijera al niño que se estaba formando en el vientre de la señora.

Volvió a mirar las estrellas buscando alguna respuesta para llenar el inmenso vacío que sentía...pero nada era de utilidad. Sugawara apareció y se sentó a su lado para contemplar el mismo cielo.

-¿Qué sucedió?

-Nada...-dijo sin desviar su mirada

-A esta altura ya no me puedes ocultar "Nada"-le sonrió

-El dijo que me quería...pero yo no quiero que deje su vida para estar a mi lado...no es justo

-Ser protegido es un gran trabajo, por eso debemos elegirlos con cuidado...ellos tienen que dejar su vida para acompañar a un Dios...no todos lo aceptaran

-Es por eso que no quiero convertirlo en mi protegido...el tiene una vida próspera, estoy seguro que puede ser feliz sin mi

-¿Qué hay de ti?... ¿Puedes ser feliz sin él?

La mirada solitaria de Tsukishima demostraba la única respuesta...jamás podría ser feliz sin él, pero todo estaba decidido...no había marcha atrás.

-Tsukishima... ¿Qué es lo que quieres hacer como Dios?

-Hacer feliz a las personas que piden mi ayuda...y velar por la felicidad de Yamaguchi-suspiró

-No puedes convertirte en esa clase de Dios...

-¿Hago algo mal?

-Claro... ¡NO PUEDES HACER FELIZ A LA GENTE, SI TU NO ERES FELIZ!-le dio un golpe en la cabeza-...rayos Tsukishima, ¡¡Me desesperas!!

-¡Eso duele!..Demonios-acarició su cabeza

-No puedes brindar felicidad si tú no la tienes...predicar y no practicar no es la opción para un Dios

-¿Qué quieres que haga?...yo no quiero que el pierda su vida por mi

-Tsukishima...por al menos una vez...deja que Yamaguchi Tadashi escoja lo que él quiere...-volvió a mirar las estrellas...-dile todo lo que sucede, que lo quieres como protegido, los riesgos que implica eso, la reglas... ¡Todo!...incluso tus verdaderos sentimientos...y luego él decidirá si quiere seguirte, pero es su decisión

-Creo que debiste haber nacido como el dios de la sabiduría-sonrió

-No es sabiduría lo que quiero que entiendas-se levantó-...digamos que cuando conocí a Daichi, pensé igual que tu...me tarde diez años en darme cuenta lo que te dije, yo no quiero que pases otros diez años pensando en lo que podría haber pasado, solo hazlo...bien, suerte con todo Tsuki no Kami

No quería pensar que estaba equivocado...todo esto era por el bien de Yamaguchi, pero entre más lo decía mas se retorcía su alma...

Regreso al templo, afuera ya estaba haciendo mucho frió, pero su mente que hace un momento estaba vacía ahora solo tenia pensamientos cuestionándose sobre la decisión que tomó, Sugawara no era un Dios tan amable después de todo.

Yamaguchi era incapaz de elegir deseos y menos tomaría una decisión tan importante, ¿Cómo la haría entonces?...eso es, el pecoso todavía tenía su deseo...esa era una buena escusa para ir a verlo...ya que con todo el tiempo que había pasado, Tsukishima no estaba seguro como debía acercase.

Miró por el espejo de la clarividencia, el estaba en la universidad, el rubio estaba nervioso, ¿Cómo se aparecería en frente del pecoso?...esto era más complicado ni siquiera sabía cómo iba a empezar...que Dios más problemático.

Cuando cayó la tarde se armó de valor y se pareció frente a su casa...el debería estar adentro...¿Tendría que tocar la puerta?...quizás solo tendría que aparecer como siempre...no, ya no era bienvenido...entonces tocaría la puerta...si eso era lo...

-¿Kami-sama?

El rubio se giró y quedó perplejo, Yamaguchi estaba a unos cuantos pasos del, su corazón latió con fuerzas, las palabras no le salían y un millón de pensamientos bloqueaban su mente.

-Se está oscureciendo, ¿Quieres pasar?

No pudo articular ninguna palabra, su cuerpo estaba paralizado y a la vez decepcionado, en una parte muy profunda de su corazón tenía la esperanza de ser recibido como siempre...el pecoso sonriendo y diciendo "Tsukki", pero comprendió que ya nada era igual, el trato que tenia ahora, era la de una persona normal...se sintió estúpido al pensar que tal vez todo se arreglaría, pero no seria así.

Ya nada volvería a ser como antes...

.....................

Mi querido Dios (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora