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Era un matrimonio feliz...ambos trabajaban, el esposo iba a buscar a la esposa a su trabajo y regresaban juntos a casa, Tsukishima los observaba desde el templo...pero no eran completamente feliz, la mujer volvió a orar pidiendo lo mismo. Dentro de sus poderes la "Fertilidad" estaba en su lista, pero jamás la había ocupado, a ningún Dios se le enseña sus poderes ya que solo ellos deben aprender a desarrollarlos.

¿Cómo lo haría para darle un bebe?, según lo que dijo la mujer...su vientre no se había desarrollado bien, entonces solo tenía que hacer que el vientre fuera revitalizado. Tomó una pequeña luz amarilla de las que siempre lo rodeaban, esta pasó a ser de color blanco cuando se encontró en contacto con sus dedos. Desapareció cuando Tsukishima cerró su puño, volvió a observar el espejo donde veía a la pareja que estaba durmiendo y la pequeña luz apareció en frente de la mujer, esta entró directamente en su abdomen...el Dios solo tenía que esperar para saber si realmente había funcionado.

Miraba su altar y no se podía explicar cómo habían subido tanto las oraciones hacia su presencia, ¿Cómo había estado ganando popularidad en poco tiempo?...quizás si estaba haciendo las cosas bien después de todo.

-Tsukishima...-Sugawara entró al altar-...veo que te estas esforzando... ¿Por qué no te tomas un descanso y regresas donde los humanos?

-Gasto mucha energía, si voy donde Yamaguchi no podré regresar en un buen tiempo

-Nada de eso, ahora que han aumentando tus oraciones, puedes ir y venir en cuestión de segundos...-sonrió-...ahora eres el autentico "Tsuki no Kami"

Los rayos del sol se colaron por la cortina, Yamaguchi se dio vuelta para ignorarlos...pero su brillo iluminó toda la habitación...¿Acaso Hinata quería molestarlo?. Un ruido lo despojó del sueño...algo parecido a una explosión, se levantó de su cama y se apresuró para ver que había pasado.

Tsukishima estaba observando el microondas, sorprendido por el humo negro que salía de su interior, el pecoso no estaba seguro si era un sueño, lo observó un buen rato y luego carcajeo.

-¿Qué se supone que haces Tsukki?-se quitó las lagrimas de sus ojos

-De la nada esta cosa explotó...-suspiró molesto-...pensé que estabas durmiendo

-Lo estaba, hasta que el microondas explotó...-se acercó y abrazo la gran espalda de Tsukishima-...bienvenido a casa Tsukki

-Bien, bien...ya estoy en casa, ahora... ¿Qué tal si me sueltas?

-No rompas la atmósfera...-el pecoso suspiró molesto-...entonces... ¿Qué se suponía que hacías?

-El desayuno...ayer tuviste un día agotador así que...pensé...

-¡TSUKKI ESTABA PREOCUPADO POR MI!...¡Yaaaaaay!- levantó los brazos en forma de alabanza

-¿Por qué exageras todo?...Yamaguchi-sus mejillas se tornaron de un leve rubor-...solo estaba siendo amable

-Es por eso que exageró...Tsukki-le dedicó una sonrisa-...aunque tu amabilidad destrozó mi microondas...estoy muy feliz

Yamaguchi terminó haciendo el desayuno...era de esperar, el Dios nunca había usado un cuchillo en su vida, cuando estaba en el templo y de todo el tiempo que estuvo en la casa del pecoso, el solo se dedicaba a comer. Pero al pecoso no le importaba que no supiera cocinar su intención era lo que más lo hacía feliz.

El rubio escuchaba todo lo que hablaba el pecoso...esa mañana hablo más de lo normal, pero no le molestaba escuchar aquella voz, así que solo sonreía al verlo conversar tan energéticamente. Aunque estaba esperando que le contara sobre la confesión...pero eso no sucedió.

Mi querido Dios (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora