Mi querido Dios (TsukkiYama)

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En el templo, los Dioses se habían reunido para tomar una decisión con respecto a lo que el Dios de la Luna hizo...usar los poderes en contra de los humanos es una gran falta, pero él se rehusaba a dar una razón para entender lo que hizo, por eso no podían tomar una medida definitiva.

Había pasado mucho tiempo en el templo, volver a pasar algunos días no lo mataría...como castigo preventivo le quitaron sus poderes y tenía prohibido volver con los humanos...lo único que lamentaba era no poder saber cómo estaba el pecoso.

-¿Cuándo pensarás hablar?-el Dios del sol se sentó a su lado

-No es necesario

-Estoy seguro que hay algo importante

-Eres demasiado molesto...-suspiró-...hace diez años un humano entro al templo...a las afueras del templo, me lo encontré cuando estaba buscando un lugar donde descansar, me sonrió, me habló...me visitó muchas veces...sentí algo extraño de ese niño...estaba de vacaciones por estos lados y me invito al festival de verano...esa fue la primera vez que me escape del templo...me tomó de la mano y recorrimos todos los lugares...

Tsukishima miro el cielo, su expresión no mostraba alegría, Hinata no dijo nada, solo espero en silencio...pensó que tal vez no fue buena idea obligarlo hablar...quizás era algo muy doloroso.

-Me dijo que lo esperara mientras él iba a comprar, se estaba demorando mucho así que lo fui a buscar...lo encontré en un lugar más alejado del festival, había otro chico...estaban tomados de la mano, sonriendo...él carcajeo y dijo "No me gusta la luna"...me fui con un extraño sentimiento...al día siguiente volvió al templo para despedirse, pero yo no asistí...

-No me digas...que desapareciste la luna por un año ¿Solo por él?-se impresionó el peli naranja

-Algo así...a pesar que Yamaguchi sonría mucho, el estaba muy triste en su interior...yo solo quería verlo feliz y si la luna no le gustaba... solo tenía que desaparecer

-¿Por qué es tan importante ese humano?...para que tú llegues a eso

-He estado enamorado de ese humano desde el día que lo conocí...lo he estado vigilando desde el templo, borré todos sus recuerdos de cuando nos conocimos

-Eres idiota sabes-Hinata sonrió-...Yamaguchi está bien, les pedí un favor a los demás Dioses, agradecemelo cuando lo veas

El rubio no entendía a que se refería, así que solo lo ignoró y volvió a su confinamiento, en su altar o habitación (Es lo mismo), había un pergamino en el suelo envuelto en un listón rojo, en pocas palabras era una oración, así era como los dioses se enteraban de los pedidos de los humanos. Esta era la primea vez que tenía una oración después de diez años.

"Querido Tsukki-sama...
No se si está bien que te llame de esta manera, pero estoy seguro que así reconocerás quien soy...realmente lo siento, si no fuera por mi debilidad no te hubieran castigado...solo quiero saber que éstas bien por allá...bueno debes estarlo eres un Dios después de todo...si algún día quieres comer pastel de fresas, no dudes en venir a mi casa..."

El templo era demasiado frió y silencioso...pero era la decisión que el solitario Dios de la luna tomó. Había una parte que no le contó a Hinata...Yamaguchi en el pasado le confesó que estaba enamorado, pero no podía hacer nada ya que era un amor no correspondido...desde que se enteró, Tsukishima se había prometido que ayudaría al pecoso a ser feliz con aquella persona...pero las cosas no han salido bien...cuando se enteró que su ultima novia lo había votado decidió ir donde los humanos para ayudarlo, pero de nuevo no pudo hacer nada...ha estado diez años tratando de ayudar al pecoso a ser feliz...sin ningún éxito.