Amor En Tiempos De Juegos (Sevmione)

Capítulo 5

Las horas pasaron muy rápido, Hermione se dirigía a la sala común con sus amigos a dejar sus cosas en sus respectivas habitaciones, cuando la castaña llego a su cuarto ordeno su bolso solo dejando lo esencial, no pudo evitar mirarse al espejo con un poco de vergüenza, nunca fue muy vanidosa, pero esta vez quería verse bien, se volvió a peinar el cabello y a mojarlo un poco para que estuviera más manejable, volvió a bajar encontrándose con sus amigos en la chimenea, mientras esperaban que la hora pasará para ir a cenar, Ron y Harry se pusieron a jugar al ajedrez mágico, en tanto Hermione leía su libro de pociones y escribía en su cuaderno, estaba ansiosa por que fueran las 6 para dirigirse al despacho de Snape, ya quería empezar con sus clases particulares.

Cuando faltaban 15 minutos para las 6, Hermione le dijo a Harry y a ron que iría a la biblioteca por un libro que necesitaba, sabía que si les decía eso sus amigos no estarían interesados en acompañarla, le dijeron que la verían a la hora de la cena, Hermione salió por el retrato de la dama gorda muy satisfecha por sonar tan convincente y se dirigió hacia las mazmorras con un paso apresurado, al llegar al despacho del profesor Snape tocó la puerta y unos segundos después se escuchó un "pase" muy suave .

-Buenas tardes profesor...-Hermione estaba muy nerviosa, nunca había estado en el despacho del profesor con él a solas, no sabía que decir, cerró la puerta despacio y se quedó ahí esperando alguna reacción del temido profesor.

-Buenas, tome asiento, ¿o piensa quedarse ahí de pie todo el tiempo?- Snape dijo estas palabras sin despegar la vista del pergamino que escribía.

Hermione se puso más nerviosa de lo que estaba y muy rápidamente se fue a sentar en una silla frente a su profesor, apoyo sus manos sobre sus piernas alisando su falda, esperaba a que Snape se dignara a dirigirle la palabra, pero como veía que no ocurría, se puso a mirar el despacho, era bastante amplio, tras el escritorio había un gran librero que cubrí toda la pared sur de su despacho excepto donde habían dos puertas, imagino que una sería su habitación y la otra no lo sabía, siguió mirando la habitación y vio en la pared que estaba a su izquierda que había una chimenea cerca de donde estaba el escritorio, la chimenea estaba rodeada por unos sillones de cuero negro y una mesita ratonera de madera, la única ventana que había estaba cubierta por una gran cortina verde con diseño de color plata, muy slytherin por cierto, en la pared que estaba a su derecha se veía otro estante con libros y unos estantes con frascos, el lugar estaba muy ordenado y limpio, era muy parecido a lo que se había imaginado, aunque creyó que también tendría un laboratorio, pero no había rastros de él, dio un pequeño respingo y miro hacia su profesor al escuchas un carraspeo.

- si ya termino de escrutar mi despacho, quería que habláramos sobre las clases particulares, acabo de terminar el permiso para mostrárselo al director, si gusta puede leerlo- Snape le entregó el pergamino a Hermione quien lo recibió con manos temblorosas, detalle que no pasó desapercibido por Snape, no supo porque sería eso, paso por su mente el hecho de que ella tuviera miedo, no pudo resistir y decidió leer su mente y se encontró con la grata sorpresa de que esta vez sí podría ver lo que pensaba.

-de verdad me estaba esperando, no lo puedo creer, por un momento creí que esto era un sueño, pero es verdad, en realidad si está dispuesto a ayudarme, esto es genial, estaré más tiempo con él, aprenderé Muchas cosas, esto es realmente emocionante.

Le gustó eso de que ella quiere pasar más tiempo con él, eso significaba que aunque muy remotamente tenía una posibilidad con la chica, eso lo alegro, se levantó de su asiento y se sentó en la esquina del escritorio muy cerca de Hermione mientras la apremiaba a leer el pergamino, cuando Hermione término, se lo entrego con una gran sonrisa en el rostro, Snape se sintió orgulloso de ser él el causante de esa sonrisa.