Amor En Tiempos De Juegos (Sevmione)

Capítulo 22

Buenas, perdón por la demora con el capitulo, espero les guste. xo a todos.

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Harry realmente sentía como si fuera un cerdo en un matadero caminando hacia lo que sabía seria el fin de su vida social, no quería tener que entrar ahí, sabía que Snape dejaría que las serpientes se burlaran de él como quisieran y además él se uniría a las burlas, aun que tenía la leve esperanza de que Snape no se burlara de él y lo defendiera a su manera como lo había hecho anoche en el salón de trofeos, miró a Hermione a su costado que se veía extrañamente alegre y ansiosa, como si del otro lado de la puerta la esperara una navidad o lo que sea que la pusiera contenta como una niña de 11 años cuando entro al gran salón, él no está para nada feliz de entrar a clases y si estuviera en la posición de su amiga tampoco lo estaría, tener que ver a Snape todos los días por un castigo era sufrir la peor de las torturas, él ya lo sabía muy bien, o tal vez los castigos que le impartía a los demás eran diferentes a los suyos, porque si somos sinceros Snape odia excepcionalmente a Harry, luego en esa lista seguiría Neville y tristemente su amiga, a quien siempre buscaba humillar, aunque últimamente Snape está más tranquilo, ya no los molesta tanto por que sí, excepto si hacen algo mal, lo que ocurre siempre si eres Neville Longbotton.

Entrando al salón tomó a Hermione de la mano y la arrastro rápidamente al área donde siempre se sentaban los leones y busco un banco en la parte central, ni loco se sentaría de los primeros al frente de Snape, aun no llegaba a ese nivel de masoquismo, no gracias, todo menos estar al frente de él, Hermione lo siguió objetando con que se sentaran al frente mirando con lo que parecía pena el primer banco en donde siempre se sentaba la castaña –Te prometo que otro día nos sentaremos donde desees, pero por lo que más quieras en este mundo, no hagas que me siente ahí- la castaña lo miró haciendo un mohín gracioso con su boca para luego asentir y sentarse donde le había indicado el castaño.

Como cada vez que el profesor Snape entraba en cualquier lugar, se hizo un silencio sepulcral viendo como el profesor atravesaba la estancia con su túnica moviéndose fantasmalmente detrás de él, cada vez que lo veía hacer eso se sentía como en una película de terror de vampiros, a lo cual Snape se parecía bastante, sentía que en cualquier momento le saltaría a la yugular, no pudo evitar soltar una pequeña risa ante ese pensamiento.

-¿Qué es tan gracioso Potter?, tal vez sería bueno que lo compartiera con la clase... o como ya es toda una celebridad, cree que pasa de todo esto...o- Dejó de hablar al ver a Harry incomodarse y mirarlo con verdadero resentimiento.

-No es nada de eso señor, yo solo-

-Acaso nunca le enseñaron a respetar Potter, se cree la gran cosa que piensa que puede pasar por sobre los demás como si no fueran nada, se comporta igual de idiota que su padre creyéndose el amo del mundo, se cree...- Harry se levantó de su asiento parando de una el discurso de Snape gritándole.

-¡NO!, NO HABLE ASÍ DE MI PADRE...usted no sabe nada...usted- la voz de Harry se fue apagando de a poco al ver el espectáculo que estaba montando, podía escuchar las burlas de las serpientes, podía ver como los compañeros de su casa lo miraban con lastima y podía sentir como Hermione tironeaba de su chaleco para hacerlo sentarse, sin pensarlo se sentó inmediatamente bajando la mirada, la había cagado a lo grande.

-¡Estas castigado Potter!- se escucharon las risas burlonas de las serpientes mofándose de Harry que solo quería que lo enterraran vivo en ese momento – Eres un insolente, sin educación, sin clase, sin un gramo de cerebro que no sabe cuándo debe quedarse callado- Snape vio como Hermione tomaba la mano de Harry llevándola debajo de la mesa, lo que lo molestó más, vio como la castaña lo miraba enojada y con pena, Hermione se dio la vuelta hacia un costado mirando con odio a Pansy Parkinson por decir que Harry era la viva representación de la mierda que había en Gryffindor.