Era una mañana normal; Jimin y yo nos encontrábamos limpiando la inmensa biblioteca, haciendo algún que otro descanso mientras leíamos libros o tomábamos un tentempié en la gran mesa central de madera.
Jimin podía leer perfectamente, ya que el amo Yoongi enseñó al joven a leer y a escribir en los seis años que había estado en su posesión.
La verdad es que me daba bastante envidia ver cómo Jimin devoraba con la mente cualquier libro, de esos que yo aún no me podía permitir leer.
Mientras Jimin leía todo tipo de libros de fantasía o medicina (me confesó que quería aprender medicina para impresionar a nuestro amo), yo me dedicaba a leer los cuentos con los que los niños de familias acomodadas aprendían a leer.
Debo admitir que realmente, a pesar de sentir envidia por Jimin, estaba sumamente feliz de poder empezar a leer y a escribir.
En mi pueblo, nunca habría aprendido a hacer estas dos cosas. Lo único que sabíamos los campesinos era trabajar y luchar (y de esto último apenas un poco), por lo que estaba viviendo un bonito sueño al poder recibir una educación, que aunque fuera algo tardía, era más que bien recibida.
- Oh, casi se me olvida...-Jimin formó una "o" con sus labios y levantó la vista del libro que leía, para mirarme a los ojos- el amo Yoongi me encomendó un recado. Debo ir a la mansión de los Jeon ahora, porque el viaje es largo...El príncipe Jeon pidió hierbas medicinales y especias al amo.
Asentí con la cabeza, procesando la nueva información, con una extraña emoción llenándome el pecho, que podría definirse como orgullo.
Así que el amo Yoongi era incluso reconocido por el mismísimo príncipe, el joven Jeon Jungkook.- Entonces...¿Me vas a dejar aquí solito? -pregunté, haciendo un fingido puchero con mis labios.
Jimin rió flojito y acarició mi mejilla con cariño a modo de despedida, mientras se levantaba de su asiento y recogía sus cosas.
- El amo Yoongi pronto llegará. Y además, todavía tienes cosas que terminar, ¿no?. Que no se te olvide limpiar las nuevas espadas. Probablemente Taehyung venga a recogerlas hoy...Es el guerrero favorito del príncipe, así que trátalo con mucho respeto, ¿vale?.
- Está bien, está bien. ¿No te ibas? -fingí aburrimiento, mirando mis uñas, y Jimin rió, esta vez más fuertemente.
- Vale, vale, ya me voy. Cuida bien de la casa, ¿uhm? -depositó un beso en mi mejilla derecha, causando una sonrisa en mi rostro.
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Justo cuando terminé de abrillantar la tercera espada con aceite especial (ni idea de cómo se llamaba, Yoongi es el que sabe de estas cosas) escuché un impaciente repiqueteo en la puerta principal.
"Debe de ser el guerrero del príncipe" pensé para mí, y cuando abrí la puerta, me encontré con una alta y masculina figura.
Aquel Taehyung era realmente atractivo, con un cuerpo moreno claramente entrenado para la guerra y unas facciones más que seductoras.
- Buenas tardes...Soy Kim Taehyung, y vengo por las tres nuevas espadas. -aclaró el apuesto muchacho de cabello negro y levemente largo, casi tapándole aquellos hermosos ojos.
- Oh...Pase, pase. - noté cómo mis mejillas ardían e hice al cliente pasar- ¿le gustaría tomar un té?. - ofrecí al recordar las palabras de Jimin. Debía de tratar con respeto a Taehyung, y probablemente el pobre muchacho estaría cansado del largo viaje.
Taehyung sonrió, y puedo jurar que su rectangular sonrisa era una de las más hermosas que había visto. Casi tan bonita como la sonrisa de Jimin y la del amo Yoongi.
- Si. Gracias.
- Póngase cómodo, señor Kim. -señalé los confortables asientos del amplio comedor con mi mano.
El joven se sentó en el sofisticado comedor mientras yo preparaba un té de frutos del bosque.
Vertí el contenido ardiente en dos tacitas y las llevé hasta la mesa del comedor.
Taehyung tomó una taza entre sus manos e inspiró el dulce aroma con una expresión relajada en su semblante.
Los dos tomamos nuestro té en silencio, disfrutando del momento de paz (parecía ser que Taehyung sí que estaba fatigado del largo viaje) hasta que el guerrero habló con su grave voz.
- ¿Cómo te llamas?. -preguntó el muchacho directamente.
Un importante guerrero se interesó por mi nombre...Apenas podía creerlo.
-Señor Kim, soy un simple esclavo. Mi nombre no tiene importancia.
-Oh, llámame Taehyung, apuesto a que somos de la misma edad. Jimin es uno de mis mejores amigos, y tú pareces igual de bueno que él. Me gustaría ser tu amigo. -dijo en tono feliz y una sonrisa se extendió por mi rostro.
-Bueno...Me llamo Jung Hoseok. Espero que podamos ser buenos amigos.
- Bonito nombre. Casi tan bonito como tu rostro - mis mejillas se colorearon de rojo al escuchar aquellas dulces palabras provenientes de tales suculentos labios- me alegra que Jimin se haya escapado a ver al príncipe...Así, tú y yo podemos jugar con las espadas y así las probamos. Jimin es muy malo con las armas, pero tú pareces más ágil.
- Un momento, Jimin ha ido a hacer un recado, a dejar hierbas medicinales para el príncipe. Él no se iría de casa sin el permiso del amo Yoongi...-murmuré, y Taehyung rió, mostrando su perfecta dentadura.
- Hoseok, Yoongi fue esta mañana a la casa real, así que el recado ya está hecho. No es extraño que Jimin vaya a ver al príncipe o el príncipe venga aquí a ver a Jimin... Pero eso sólo lo sabemos el primo del príncipe y yo; espero que tú guardes bien el secreto también -me guiñó el ojo y di un grito ahogado de asombro.
- Así que...¿Jimin y el príncipe están enamorados?.
- Es algo más complicado que eso, pequeño Hoseok. Seguramente algún día Jimin te cuente su historia, así que no es necesario que yo te cuente nada.
Nos miramos por unos segundos incómodos que no duraron mucho, ya que Taehyung se levantó del asiento y tomó mi mano.
- Y ahora , vamos a tener una pelea de espadas. Será divertido.
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Yaaaay nuevo capiii! Perdón si hay alguna falta ortográfica (porfi, decidme si veis alguna y así lo corrijo XD), tenía muchas ganas de escribirlo y bueeeno, los exámenes no me dejan vivir.
Espero que os guste y espero vuestros comentarios yeeee!