Capítulo 46

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Había sido el mejor despertar de toda mi vida, me volvía loca que me dijera corazón y más cuando pronunciaba esas dos extraordinarias palabras que me hacían flotar, pero no sólo que las dijera sino que me lo demostrara, Zayn me amaba tanto como yo a él, ayer me lo había dejado muy claro con todas sus actitudes.

Salí del baño envuelta en una toalla y lo vi acostado en la cama boca arriba, con sus manos detrás de su cabeza, me sonrió al verme, yo le devolví la sonrisa y abrí el closet para sacar la ropa que me pondría, sentí que me abrazó y me dio un beso en el hombro y luego recargó su cabeza.

– Qué bonito cantas – exclamó haciendo que me sonrojara.
– Oh dios, que vergüenza que me hayas escuchado.
– ___, ¿cuántas veces he recorrido tu cuerpo desnudo sin ningún pudor y te avergüenzas porque te escuché cantar? – dijo en tono divertido y más me sonrojé.
– Es que no lo hago bien y no me gusta que me escuchen.
– Claro que lo haces bien, te hace falta un poco más de confianza en ti misma.
– Creo que necesitas que te revisen los oídos o bañarte mejor.
– Me encanta tu sentido del humor.
– Ya déjame vestir que no te encantara verme de malas.
– No importa, ya sé lo gratificantes que resultan las reconciliaciones.
– Zayn, apenas tengo el tiempo justo para llegar a la hora exacta.
– Está bien – me dio un beso en la cabeza – ¿almorzamos juntos? – añadió soltándome.
– Tengo que ver primero mi agenda, a ver si no tengo otro compromiso – dije divertida mientras me quitaba la toalla para ponerme la ropa interior.
– Está bien licenciada, esperaré su llamada – respondió en tanto abrochaba mi sostén.
– ¿Te quedarás aquí todo el día?
– Si no te molesta sí.
– Por supuesto que no me molesta.

Terminé de vestirme, me peiné rápidamente, me puse los zapatos y tomé mi bolso. Zayn se puso la misma ropa del día anterior y me acompañó a tomar un taxi, me dio varios besos en la boca como despedida y casi tuve que empujarlo para poder subir al auto, "te amo", gesticulé dentro del taxi y le mandé un beso con la mano que él cachó en el aire y se llevó su mano a su boca "yo también te amo" alcancé a leer en sus labios antes de perderlo de vista.

Llegué justo a las nueve a la agencia, afortunadamente, Hugo no llegaba todavía, así que de inmediato me puse a trabajar y a responder los correos que tenía. Aproximadamente una hora después llegó mi jefe, entró a mi oficina y cerró la puerta, yo comencé a temblar y sentí un trasudor frío recorrer mi cuerpo, se sentó frente a mí con sus manos entrelazadas sobre el escritorio.

– Buenos días, ____ – dijo serio.
– Buenos días, Hugo, ¿cómo estás? – respondí mirándolo un tanto asustada.
– Bien, gracias, a ti no te lo preguntó porque se te ve – exclamó y yo agaché la mirada – ____, es necesario que hablemos de lo que vi ayer en esta oficina.
– Lo sé, te pido mil disculpas y acataré la decisión que tomes al respecto sin chistar.
– Tranquila ____, no voy a despedirte por algo así, sin embargo, sí quiero que te quedé claro que no deja de ser una falta del respeto y si vuelve a repetirse tendré que aplicar el reglamento y levantarte una acta administrativa, en esta ocasión, por ser la primera vez y porque eres una valiosa y dedicada empleada, sólo será de forma verbal.
– Gracias Hugo, te juro que no volverá a pasar.
– Por otro lado, sabes bien que no me gusta meterme donde no me llaman, pero como ya te lo he dicho en otras ocasiones, te estimo y me preocupo por ti, por eso me siento en la obligación de decirte lo que pienso.
– Adelante Hugo, te escucho.
– Entiendo que estés en toda la libertad de rehacer tu vida, de hecho me da gusto ver que no has caído en depresión por lo de tu ex, pero, quizá deberías estar un tiempo sola, analizar todos los errores de esa relación para evitar repetirlos y... no me lo tomes a mal, no pretendo intrigar, pero Zayn Malik no es un buen partido.
– ¿Por qué lo dices?, ¿lo conoces? – pregunté casi con el corazón en la boca, conocía bien a Hugo y sabía que cuando decía algo tenía una buena razón para hacerlo.
– Una sobrina de mi esposa salió con él cuando iban en la universidad, es el típico chico mimado que no toma a las mujeres en serio y menos cuando no son de su nivel social, ____, no sé si ha cambiado o sigue igual, lo único que no quiero es que vuelvan a lastimarte, no me gustaría verte sufrir, sólo te pido que andes con pies de plomo, sin duda es un chico guapo y adulador, pero comprueba que en verdad quiere algo serio contigo, es lo único que te pido, si me permites el consejo, claro está.
– Te lo agradezco Hugo, la verdad, a veces, te veo como un padre y créeme que apreció mucho tus palabras y tus consejos.
– Yo también te veo como una hija, ahora a trabajar, señorita.

Hugo salió de mi oficina y me quedé pensando en lo que me dijo, que francamente no era nada nuevo para mí, si supiera en qué condiciones lo conocí, lo cual me hizo darme cuenta que teníamos que inventar algo, eso de que fuimos juntos a la universidad, al menos, mis conocidos no lo creerían.

Zayn me llamó para ponernos de acuerdo para la hora del almuerzo y le pedí que se adelantara al restaurante porque luego se llenaba y yo no contaba con mucho tiempo. A la una salí y al llegar no pudo ser mayor mi sorpresa cuando vi a una guapa chica vestida de forma provocativa que estaba a punto de besar a Zayn que le sonreía como si nada y entonces las palabras de Hugo vinieron a mi mente.

Grande Tentación(Hot) Zayn y tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora