La cruda realidad

491 22 16
                                        

Oscuridad... era lo único a su alrededor

— "¿Dónde estoy?"— pensaba Takeru mientras caminaba por ese llano lugar sin rumbo, a lo que de un momento a otro y sin previo aviso, un cuerpo muy parecido al suyo aparece delante de él.

—¿Eh?— dijo Takeru extrañado— ¿Quién eres tú?— preguntó mientras veía a un Lucario que tenía la mirada fija en él, a la vez que este simplemente se entristeció luego de escuchar aquella pregunta.

—¿Sabes en dónde estamos?— seguía preguntando Takeru; sin embargo no pasaron muchos segundos, cuando de repente el Lucario que estaba en frente de él se abalanza hacia él, abrazándolo... exaltando completamente a mi amigo.

En ese instante, Takeru abrió por completo sus ojos, debido a que el Lucario conectó por un instante sus auras, haciendo que Takeru comenzara a derramar lágrimas, sin creer lo que ocurría...

Aquel Lucario era su padre...

—Papá...— dijo Takeru aún con los ojos abiertos, el Lucario solo apretó sus dientes mientras también salían lágrimas de sus ojos.

Ambos pokémon cayeron al suelo de rodillas, Takeru solo estaba estático, mientras que su padre aún lo abrazaba con todas sus fuerzas.

—¿E-Estoy muerto?— preguntaba triste y preocupado Takeru.

—Te ha faltado poco hijo...— decía su padre mientras empezaba a tranquilizarse, al igual que Takeru— No sabes lo feliz que me hace el verte por fin— dijo mientras sonreía, a lo que Takeru respondió de la misma manera.

—¿Cómo es posible que estés aquí...?— dijo Takeru, el cual aún no podía entender lo que ocurría.

—Hijo... necesito contarte la verdad de todo lo que ocurrió en mi vida para poder responder a esa pregunta...— dijo el Lucario, mirando serio a Takeru— pero te advierto... te dolerá— reconoció un poco triste el padre, sin saber si Takeru estaría dispuesto a saber la verdad.

Takeru solo se quedó en silencio... ¿Quería saber?, ¿Podría soportar el dolor?, se quedó pensando un momento esas preguntas a lo que pasados unos segundos, simplemente se sentó.

—Te escucho...— dijo Takeru serio a lo que su padre se sentó de igual manera dispuesto a mostrarle la historia a su hijo, a lo que simplemente cerró sus ojos, para después exaltar a Takeru cuando todo a su alrededor comenzó a iluminarse, a la vez que el mismo espacio mutaba en respuesta a las memorias de su padre.

A lo que tanto Takeru como su padre se encontraban en una pequeña y hogareña casa.

.

.

.

.

—¡Estoy en casa!— dijo un hombre mientras entraba por la puerta de su hogar, a lo que lo recibe un pequeño niño de unos seis años de edad.

—¡Hola papá!— dijo alegre el niño mientras lo abrazaba, a lo que a lo que casi al instante una sombría mujer aparece a sus espaldas.

—Tsch... oye Hayato— dijo una mujer un poco más joven que el adulto, mientras apretaba el puño encabronada— ¡¿Cómo se te ocurre llegar a esta hora?!, Ryo se negaba a dormir tratando de esperarte— sentenció aun fastidiada.

—L-Lo siento cariño...— dijo Hayato con una sonrisa nerviosa, un poco asustado por la reacción de su mujer— es que Yuta necesitaba un poco de ayuda y sabes que no le puedo decir que no a ese viejo— comentó riendo a lo que su mujer solamente se le acercó, le dio un pequeño golpe en la cabeza, para luego abrazarlo y darle un pequeño beso, a lo que el pequeño niño hacía como que vomitaba por la muestra de cariño de sus padres.

Lazos de auraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora