Consiguiendo el equilibrio

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La oscuridad reinaba en el lugar... después de que Takeru me contara lo que ocurrió con su aura y la mía, no pude evitar el caer rendido en sus brazos apoyando mi mejilla en su hombro, agotado de todo lo que había sucedido durante aquel día, quedándome así finalmente dormido. Takeru solo esbozó una pequeña sonrisa a la par que me dejaba recostado, para después salir de la casa en silencio a lo que, antes de hacerlo, se exalta levemente luego de que este comenzara a sentir la alegría que yo empezaba a experimentar en los sueños que lentamente aparecían durante mi dormir, los cuales solamente eran meras representaciones de los recuerdos que tuve y tengo con el Lucario...

El Lucario solo lanzó un suspiro levemente apenado y alegre ante la confianza que estaba ganando conmigo, para después finalmente cerrar la puerta en silencio, saliendo del lugar.

A partir de aquel momento, tanto Takeru como yo sentíamos lo que el otro; era algo totalmente extraordinario y desconocido para el Lucario, pero él sabía que no debía preocuparse por eso en aquellos momentos, teniendo presente que lo conversaría conmigo cuando yo estuviera más recuperado... por lo que de inmediato, una vez que salió de la casa, fue a seguir ayudando al Machoke a llevar más tablas de madera hacia donde aún se seguía construyendo la "ampliación" de la casa.

Y así... las horas pasaron, el trabajo incluso siguió durante la noche de aquel día, estando todos impulsados por el deseo de ver la habitación terminada.

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Un nuevo día comenzó; Takeru y los demás continuaban en la construcción, habiendo armado unas tiendas afuera de la casa gracias a que Yuta tenía un par en su casa, en las cuales durmieron durante algunas horas en la noche.

El sonido de los golpes del martillo dándose ahora en el techo de la nueva habitación se escuchaba... mis ojos lentamente empezaron a abrirse en respuesta, finalmente descansado de todo lo que había ocurrido el día anterior.

Solo bostecé, a la par que me estiraba luego de aquel buen descanso, dispuse a levantarme una vez bien despierto, a lo que me extraño y exalto en el momento en el que me erguía en mi cama, al no sentir ningún dolor proveniente del pecho, para luego bajar la mirada y darme cuenta que los moretones que tenía en él habían desaparecido por completo. Simplemente lo pasé por alto luego de unos segundos pensando, para después levantarme de la cama, a lo que nuevamente noto que aún estaba desnudo "misteriosamente", por lo que empecé a ponerme mi ropa fastidiado por lo mismo, para luego finalmente salir.

Tan pronto abrí la puerta, Takeru es el primero con el que me encuentro el cual, dándome la espalda, estaba despidiéndose del Machoke que lo había atacado a él y a Hanako... me extrañé un poco, pero luego sentí lo que pasaba por la mente de Takeru y vi quién era en realidad aquel pokémon, sorprendiéndome e intentando nuevamente a acostumbrarme de aquella nueva conexión que tenía con el Lucario, mientras que el Machoke, después de despedirse de Takeru y sin notar mi presencia, salió corriendo en dirección al bosque.

—Te acostumbraras después de un tiempo, Ryo...—dijo Takeru, aún mirando en dirección hacia donde había ido el Machoke—Parece que no solo tendré que escuchar tus tonterías, sino también tus pensamientos—dijo riendo el pokémon, a lo que yo miré un poco fastidiado, para después empezar a preocuparme levemente, viéndose reflejado en mi avergonzado y ahora ruborizado rostro.

—¿E-Eso significa que ahora también lees mi mente?—pregunté nervioso, preocupado de mi "intimidad".

—Tarado...—dijo Takeru, sabiendo en lo que pensaba—no lo sé... creo que los pensamientos se pueden transmitir por voluntad, pero no así los sentimientos— reconoció pensativo el Lucario.

Lazos de auraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora