22. Mamá

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Emma

Estábamos en casa de mi madre, ella estaba sentada frente a nosotros sin decir ninguna palabra. Podía notar la incomodidad de Logan kilómetros atrás, Lucy simplemente jugaba con Margatet— La pequeña vecina que mama se ofrecía a cuidar por las tardes— mientras yo solo me dedique a pensar un tema de conversación razonable para romper el hielo.

— La comida esta exquisita, si me permite decirlo. Señora Scaut.— Dijo Logan, casi como si pudiera haber leído mis pensamientos. Gire a verla, tal vez había estado esperando el usual "No soy señora cariño, dime Julie." y así empezar a usar el nombre de pila de mi, poco carismática, madre.

—Gracias, las recetas vienen de familia. Pero obviamente no todos pueden dominar el arte de hacer un buen platillo, ya ves lo que pasó con mi hija.— Añadió, pero de la manera mas tosca que pudiera existir.

No me molestaba su forma de hablar porque, a quien engaño, era algo común de su caracter. Me molestaba el echo de que ella no hablaba de platillos, recetas ni mucho menos el arte de cocinar; por favor, cocina solo por el mero hecho de que no tenia ninguna otra actividad ara gastar su tiempo. Ella hablaba de mi.

Hablaba de mi prima Annete. Se había casado un par de años atras; el hombre era rico, era atractivo y había enamorado a mis tías —Y por ende, también a mi madre— con una simple sonrisa y buenas tardes. Según ella, elegir un esposo agradable a la familia y de buena cultura y demás cosas que podría querer una madre para su hija, venía de familia, pero cuando hablaba de dominar el arte de hacer un buen platillo en otras palabras se refería a que solo Annete pudo elegir un marido de lo primera clase; y yo, al elegir a un hombre con hija y con una pequeña empresa de telefonía a mi madre no le era Un buen platillo.

Conocía a la perfección a mamá, porque al fin y al cabo, tenia algo de ella dentro de mi; pero en serio esperaba que no fuera su carácter.

— Si, la verdad jamas fui buena cocinera. Queme la estufa en octavo grado y solo queria hornear un pequeño cupcake— La risa de Logan no tardó en estallar. Ella no cambio su dura expresión pero mientras miraba su plato la veía concentrada, casi como si estuviera tratando de recordar ese momento y un poco de diversión se noto en su mirada.

El resto de la cena solo hablamos de cosas irrelevante, y con hablamos solo podría referirme a Logan y a mi. Exceptuando los fugaces comentarios de mamá. Y fue entonces cuando Logan dijo algo que de veras hubiera preferido que jamas saliesen de sus labios.

— Entonces Emma y yo...—

—¿Emma? ¿Porque acabas de llamar a mi hija Emma?— Tape mis rostro con ambas manos. Tal vez sabia lo que pasaba por la mente de Logan, no era difícil de adivinar.

Metí la pata.

— Mamá, debemos hablar. A solas— Ella sin mas que decir asintió, se levanto de la mesa y llevo su plato al fregadero. Volví a mirar sobre mi hombro y Lucy no debió percatarse de nada por el hecho de su entretenido juego con Margaret, pero Logan simplemente no se veía cómodo.

Rodaron tanto pensamientos en mi cabeza que hasta pude llegar a pensar que tal ves venir no fuese la mejor idea.

— ¿Desde cuándo te llamas Emma?— arrugo su rostro.— Y debo reconocer que tienes un pésimo gusto para nombres.

— Pues mamá. Me mude de ciudad, de carrera en la universidad y ya no era la pequeña Madison con gafas y bracketsMurmure rascando mi nuca. No tenía mucho que decir — No era la misma...

—¿Y por eso debes ofender a tu abuela Madison?— Chilló.

Fruncí el ceño en símbolo de no entender lo que acababa de decir. Jamas tuvo una buena relación con mi abuela, casi siempre peleaban y la única que vez que vi su rostro fue nada menos que en la gran fotografía que exhibían en su funeral.

— ¿De que rayos me estas hablando?

— Tu abuela... se llamaba Madison— Relaje mis facciones al notar que ella absorbía los pequeños mocos que se encontraban en su nariz, había estado llorando...— Jamás te conté de ella, lo sé. Nunca tuvimos una relación ni mucho menos, casi siempre le gritaba que la odiaba...— Fue entonces cuando noté lo quebrada que estaba.

— No quería que fuera igual con nosotras, Maddie— Susurro acariciando mi mejilla— Pensé que llamarte como ella, aliviaría un poco el rencor que tenia hacia mi. Jamás supe sin funcionó, pero Maddie, no quiero esperar a estar muriendo para decirte que... lo siento. Tal vez jamas fui la mejor consejera o si quiera fui una buena amiga pero jamas dudes que te quiero, jamas lo hagas, aun cuando te diga cosas de las que me arrepentire luego— Dijo, su voz sonaba entrecortada. No sabia que hacer ni que decir, había ignorado lo que significaba para ella el nombre de Maddison. 

Sin saber que hacer ante tal demostración de afecto, respondió con otra. Envolvió a su madre entre sus brazos y ella respondió espontáneamente; duraron así unos minutos para después separarse y sonreír una a la otra.

—Siempre querré lo mejor para ti— Besó mi frente y no pude evitar sonreír al darme cuenta que obtuve el momento madre e hija que había querido desde hace ya mucho tiempo.— Dejare de ser tan dura con el, espero que no haya mas sorpresas. Es encantador pero... no dejare que me llamen abuela— Reí ante tal ocurrencia, imaginando el hecho de Lucy siendo malcriada por su "abuela" quien no era su abuela, volviendo a reír para si misma.

Salieron de la cocina y Logan al ver nuestras expresiones que seguramente eran diferentes a la inicial, sonrió.

La noche pasó volando; mamá era una dulzura cuando se lo proponía, hasta para mi fue una sorpresa. En tan solo una tarde se había encariñado con Lucy, siendo inevitable hacerlo, ese ambiente de unión también hacia feliz a Logan y era notable en su cara. Por primera vez, aunque todo seguía siendo un plan de ambos, se sonrieron pensando que tal vez las cosas salgan mejor de lo que piensan.

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