4. Bobby, Lucy y Emma.

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– Entonces ¿Porque debo quedarme mas tiempo aquí, Papa? Ya me siento bien– Dijo Lucy, haciendo un tierno puchero con su rostro.

– Por eso, ahora te sientes bien, pero necesitas sentirte más que bien– Le sonrió Logan ocultandole la verdadera razón por la cual ella seguía hay, ella soltó una carcajada, Lucy subió una de sus manos y acaricio lentamente el rostro de su padre, el quería llorar como un bebe, eso solía hacerle su querida esposa en las noches antes de dormir, cuanto extrañaba a Clarise, era casi indescriptible hablar de cuanto la extrañaba.

– Papa–Lo llamo ella, el la miro atento– ¿Mama no volverá?, Tal vez no sepa que la extrañamos– Dijo ella con inocencia, esto hizo que el corazón de Logan se estrujara.

– Lucy, quiero que sepas algo– Ella lo miro esperando su respuesta, el sentía que era hora de explicarselo–  Estoy mas que seguro de que mama, sabe exactamente que nosotros la extrañamos mas que nadie, y ella también nos extraña, cariño, y espero que sepas que te sigue queriendo mas que a nada en el mundo– La miro y ella bajo su cabeza.

– Pero papi, si mami también nos extraña, ¿Porque no vuelve?– Dijo ella bastante triste, sus ojos decían que estaba a punto de llorar, lo que termino rompiendole el corazón a su pobre padre. Y lo que ella no sabia es que Logan haría lo que fuese por hacerla volver.

– Yo… Bueno Lucy,pues…– Alguien lo había interrumpido, mas bien el ruido de la puerta que alguien había tocado.

Abrió lentamente, y lo que encontró fue nada mas y nada menos que su asistente.

Emma

  Hay estaba el, mi nuevo jefe, yo estaba algo nerviosa de estar hay,pero el estaba confundido.

Había pasado por unos 3 hospitales, sin haberme percatado de que esos eran los hospitales a los que yo iría, pero una persona como Logan Stone, solo iría un hospital, el Golden State, uno de los hospitales mas eficientes, es decir, donde se encontraban los mejores doctores de Nueva York, y sin mencionar que era el mas costoso del país.

Hay fue donde pregunte el nombre de la pequeña Lucy Stone, que se encontraba en la habitación 329.

Y hay estaba yo, frente a frente de su preocupado padre, y yo una cansada chica extraña, que apenas acababa de conocer hoy y estaba hay, tratando de ver a su hija que ni conozco.

– Hem, ¿Emma, cierto? ¿Sucedio algo?– Dijo el asomado por el borde de la puerta, detrás de el estaba una camilla típica de hospital y en ella una pequeña, es decir, Lucy.

– No, solo, es que como lo vi tan preocupando, lo siento, me entere de lo que paso, y mis disculpas, hice todo lo que me pidió, solo tiene que firmar algunas cosas, ya termino mi turno, y si desea otra cosa, o si solo necesita algo puede llamarme, mi numeró esta en mi currículum– Dijo ella con varias emociones, confundida, nerviosa, avergonzada y orgullosa por todo lo que logro hacer en un día, el sonrió con amabilidad.

–Oh, muchas gracias, y pues lo siento si te deje con todo eso, y también gracias por venir, no muchos suelen hacer estas cosas, tranquila tendrás una comisión por todo lo que hiciste, y pues…–Dijo el pensando– ¿Quieres pasar a… verla?– Preguntó con un tono de duda.

Lo pensé unos minutos y asentí, pase. Al parecer ella escucho todo, Logan se sentó en el silla que estaba a su lado, ella no debaja de mirarme, como si me estuviera inspeccionando, luego de hacerlo sonrió, pero una sonrisa débil, como al parecer estaba ella.

– Hola linda– Dije con una sonrisa, y ella me respondió con otra.

–Hola– Dijo ella con un peculiar brillo en los ojos.

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