Willow observa a su hermano mientras se come los cereales. David tiene una taza de café en una mano y una revista académica en la otra. Se le ve totalmente absorto en la lectura, pero está a punto de acabar el artículo y a Willow le aterra lo que va a ocurrir cuando acabe.
Sabe perfectamente que va a sacar el tema de ayer por la tarde. Le hará todo tipo de preguntas sobre Guy. Querrá saber si hay algo entre ellos.
Willow no ha visto a su hermano desde que ella y Guy irrumpieron en su oficina ayer por la tarde. David tuvo que ir después a una conferencia y llegó a casa cuando ella ya estaba durmiendo. «Buenos días» y «el café está caliente» han sido las únicas palabras que han intercambiado, pero ella sabe que tarde o temprano sacará el tema de la escena de ayer.
Con seguridad, David deja la revista sobre la mesa y se gira hacia ella con expresión seria.
-Entonces, ¿qué hay entre tú y Guy? ¿Os veis a menudo? Por lo que recuerdo de él es buena persona, y también muy responsable...
Es como si su vida se hubiera convertido en el argumento de una novela del siglo XIX. Ella es una joven huérfana que vive en la habitación de la criada, en la buhardilla. Y en este momento su hermano está a punto de preguntarle si las intenciones de Guy son honradas.
¿Y qué será lo próximo? ¿El hospicio?
Willow sabe que él espera una respuesta. Tal vez deba decirle simplemente lo que él espera oír. Al fin y al cabo, ¿no era esto lo que ella estaba buscando el otro día, algo que le hiciera feliz? ¿Por qué no seguirle el rollo? ¿Montarse una historia? Ya lo ha hecho antes. Después de todo, ¿le había dicho algo Guy sobre querer estudiar antropología por David? Pero esta vez es más duro separar la verdadera razón por la que estaban juntos y lo que David cree.
-No, no es que nos veamos mucho -contesta un poco después-. A veces va por el campus, a las clases de las asignaturas que se matriculó, y me lo he encontrado una o dos veces por allí. Eso es todo. O sea, que no te emociones demasiado, ¿vale?
-Ya veo -contesta David lentamente.
Le ha salido un tono más tajante del que ella pretendía. Su última intención era disgustar a David aún más. Solamente quería que dejara de entrometerse. Willow evita su mirada y esconde la cara tras el bol de cereales. Pero puede sentir los ojos de David clavados en ella antes de que él vuelva a concentrarse en su desayuno.
Willow se siente fatal, pero ¿qué puede hacer? Por suerte, cuando Cathy, vestida para ir al trabajo, entra con Isabelle en brazos, la atención de David se desvía.
-Nos vamos -dice Cathy, y le da un beso a David en la mejilla.
-Oh, escucha, Cath. -David levanta la mirada-. ¿No habrás visto unos números antiguos del American Anthropology? No los encuentro por ninguna parte. ¿No sabes dónde puedo haberlos dejado?
-Sí claro. ¿No los guardabas en tu estudio?
Un incómodo silencio llena la habitación cuando todos piensan en el hecho de que David ya no tiene un estudio.
-Sí, sí, es verdad -contesta David.
-En ese caso, los metimos en cajas cuando vaciamos las estanterías para Willow. Pusimos las cajas debajo de su cama, ¿te acuerdas?
Cathy le da un beso a Isabelle, escondiendo la cara entre el cabello de su hija. Es un gesto natural, pero Willow se pregunta si no lo hará para evitar su mirada.
-Es cierto, lo había olvidado. -David se levanta y se coloca la revista bajo el brazo-. Iré a buscarlo.
Cathy le lanza un beso de camino a la puerta.
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Willow- Julia Hoban -
RomanceLos padres de Willow murieron en un trágico accidente de coche, dejándola no solo con el dolor que supone enfrentarse a una pérdida sino también con el peso de la culpabilidad, ya que era ella quien conducía. Ocho meses después, su hermano may...