3

2.5K 167 1
                                    

– ¡¡Vamos Dave, me ha salvado la vida!! – le dije a Dave por décimo tercera vez, él conducía en dirección a mi casa.

– Te tuviste que haber quedado conmigo – dijo el con la vista al frente.

– Deja ya de seas tan inmaduro, no me voy a quedar siempre en tu casa ¿Que hubiera pasado si el chico no hubiera aparecido? – Dije, ya era el colmo, desde cuando el tenía que darme órdenes.

– Ya estamos – dijo él sin contestar a la pregunta, estacionó en el parking del edificio, cogí mi bolso y bajé del coche pero antes de irme me volví a girar sobre mis talones – No todo es como tu quieres – le dije, para así cerrar la puerta del coche.

Entré en el gran edificio, encontrándome a Sally la recepcionista, esta me dedicó una amplia sonrisa, yo se la devolví, fui hasta el ascensor y piqué para que bajará, este abrió sus puerta, entre y pulse el botón del noveno piso. Al rato las puertas se abrieron de par en par, salí de éste, me dirigí a mí departamento, saqué las llaves del bolso, y las introduje dentro de la cerradura, abrí la puerta encontrándome a mi mejor amiga con los ojos llorosos y rojos.

– ME CAGO EN LA PUTA LESLIE ¡¿DONDE ESTABAS?! – dijo ella, cerré la puerta a mis espaldas, y con toda la tranquilidad del mundo le contesté.

– A ver es una larga pero larguísima historia de la cual dudo que te la creas, a ver, hace dos días atrás estaba en casa de Dave – dije, ella asintió para después sentarse en el sofá – Me dijo que me quedara con el pero yo le dije que no, entonces me fui de su casa, después caminando por la calle me encontré lo que yo creía que era un mendigo, que al final resultó un ladrón o algo así, éste me amenazó y creo que me quería... Ya sabes... Violarme... Entonces en el muro, se asomó un chico, este me hizo una seña para que me callara, y sinceramente no se que demonios pasó, pero el hombre yacía en el suelo, y el chico del cual su nombre es... Lucas... No, espera... Londres... Landon, su nombre es Landon, en resumen que después de que el chico hiciera no-se-que con aquél hombre se acercó a mí, pero yo me desmayé, y él me llevó a su casa, y dos días después me desperté y aquí estoy, viva y coleando – acabé de decir, la cara de mi querida amiga era un gran poema, sinceramente no sabía que esperar de su respuesta, pensará que estoy loca, cómo todos.

– Al principio he pensado que te habías fumado algo, pero bueno, cómo buena amiga que soy, me creo tu historia, además, no hace falta que mientas si has estado estos días con Dave haciendo cosas sucias, de la cuales no darás detalle ni yo imaginaré nada, aunque eso último no creo que pueda dejar de pensar en ello...

– Que no me gusta Dave, pesada – dije, para sentarme en el sofá junto a ella – Además a mi no me interesa nadie, eso lo deberías de tener claro – dije, ella frunció el ceño.

– Bueno vale, por cierto y ese tal Landon ¿Cómo es? – Dijo ella mirándome, sabía que significaba esa expresión.

– Pues no está mal... – dije, ella enarcó una ceja – Joder ¿Que quieres que diga? – dije – Eres un caso – dije levantándome del sofá, me dirigí a la cocina – ¿Han llamado de la Universidad? – dije gritando desde la nevera.

– ¡Si! – contestó Ashley desde el salón.

– ¿Y que dijiste? – me senté en el sillón con cuidado de que el bol de cereales no se volcara.

– Que estabas cuidando a tu tía abuela – dijo, reí.

– No jodas – dije, ella asintió victoriosa.

– ¿Me acompañas a Nando's? – dijo ella, asentí y me levanté.

– Un momento dejame vestirme y ducharme – dije corriendo hacia mi habitación. Entré en ésta y cogí ropa, entré en el baño, me duché y me coloqué la ropa interior, me puse los jeans negros y la sudadera que me dio Ashley cuando me rompió el píe derecho, igualmente la amo pese a eso.

Salí de la habitación y me dirigí al salón donde Ashley hablaba felizmente desde el móvil.

– Ya estoy – le susurré, ella me miró y asintió, colgó la llamada, me miró de pies a cabeza – ¿Que pasa? – Dije.

– Vas muy guapa – dijo – Seguramente te habrás vestido así por si nos encontramos a tu superman – dijo.

– ¿Vamos? – le dije – No quiero escuchar tus chorradas – dije, ella río y cogió las llaves del coche. Ambas salimos del edificio, además si lo pensaba bien, no sabía que demonios hacía yo saliendo, digo, acabo de llegar de la casa de un desconocido, y cualquier persona normal estaría durmiendo por el cansancio o explicándole el trauma a sus padres o amiga/o. Pero si soy sincera, yo no soy normal, y no creo que lo pueda a llegar a ser. El coche estacionó delante de Nando's, ambas bajamos del coche.

Entramos en el local, no había mucha gente, como era de costumbre, Ashley se dirigió a la mesa del fondo, donde justamente a lado había un hombre encapuchado, pedí la comida y me fui a sentar junto a ella.

– ¿Sabes que Les? – dijo.

– Que – dije mirándola.

– Necesitas novio – dijo, reí.

– Estoy bien sola – dije.

– Lo dices ahora – me miró – Pero después no me vengas llorando de que tienes muchos gatos y de que nadie te quiere – sonreí, a veces podía a a llegar a ser muy imbécil, pero la quería.

– Pero tu tampoco tienes novio – contraataqué.

– Bueno, yo estoy esperando al indicado – Dijo.

– Pues ya somos dos – la miré.

– Aquí tienes sus pedidos hermosuras – dijo el camarero – Por cierto el batido de fresa, es un regalo de la casa – Dijo – No todos los días viene gente tan guapa como tú – me dijo, le sonreí amablemente y cogí el batido, miré a Ashley, quien se aguantaba la risa, sus mejillas estaban rojas, sabía que en cualquier momento iba a explotar, como el pájaro negro de Angry Birds.

– Dilo Ashley, estoy muy impaciente por escuchar tú comentario – dije, le miré, entonces de un momento a otro, sus mejillas se desinflaron y su cara se tornó pálida, como si hubiera visto un fantasma, me giré y entonces entendí su reacción.

– Jack – susurramos las dos en un unísono.

He Is Landon © [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora