No quería seguir sin ti.
No podía con el sufrimiento de una vida en la que tú no estuvieras conmigo, mi hermosa Julia.
Por eso, cuando enfermé y nuestros hijos trataron de cuidarme, les pedí que me dejaran ir contigo.
Daniela lloró mucho.
Roberto y Ricardo resistieron como los chicos fuertes y valientes en los que se habían convertido.
Nosotros hicimos posibles a nuestros hijos, les hicimos crecer y convertirse en grandes personas.
Sonreí a mi pequeña Daniela y a mis pequeños Roberto y Ricardo, y les dije la verdad: nunca podría vivir en un mundo sin su madre, porque gracias a ella obtuve todo lo que siempre quise, y logré amar a una persona que a pesar de la oscuridad, siguió brillando como una estrella en el cielo, mucho después, incluso, de su muerte.
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Cuando te encuentre ©✓
NouvellesAquel frío día de Enero, decidido, Luis se acercó a Julia. Aquella soñada electricidad entre ambos cortocircuitó el corazón y la mente de Luis, que jamás pensó que ella correspondería su amor. Pero, ¿cómo vencerá el amor a la desaparición de la chi...