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Jiho llevaba todo el día en su cama y no tenía la intención de levantarse. Quería quedarse así para siempre porque ya no tenía ningún motivo para hacer lo contrario. Llevaba varios días así y aunque al principio su hermano y su madre lo habían dejado hacer lo que quisiese, ahora estaban preocupándose de que además de la debilidad de su corazón, Jiho estuviese desarrollando otra complicación, como deprimirse, y eso solamente provocaría que su estado empeorase. Así que después de hablar y considerar qué era lo mejor para él, decidieron animarlo a levantarse.

Fue su madre quien se acercó primero a él:

-Hijo... acabo de hacer la comida, ¿por qué no bajas y comes con nosotros? Hace mucho que no compartimos la mesa los tres juntos. Deberíamos aprovechar estos días que tu hermano está de vacaciones...

Esperó una respuesta, pero nada. Jiho no habló, ni siquiera volteó a verla. El corazón de su madre también era frágil y la frialdad de su hijo solo lograba que este se rompiera en miles de pedazos.

Entendió que otra vez no se levantaría de su cama y prefirió no insistir, Jiho era muy explosivo con sus emociones y no quería verlo enojado por ser una molestia para él. Cerró la puerta luego de salir y se recargó en esta con un nudo formándose en su garganta, no era la primera vez que lloraba por su hijo y por la impotencia que sentía por no poder hacer nada para ayudarlo a que se sintiera mejor. Un sollozo se escapó de su boca y se retiró a su habitación para tratar de calmarse antes de que su hijo mayor, Jiseok, la viera en ese estado. Porque si la veía así, entendería que había sido por culpa de su hermano pequeño y con la ira apoderándose de él le gritaría; y ambos terminarían enfadándose... y ver a sus dos hijos pelear era algo que la lastimaba aún más.

Jiho había escuchado el llanto de su madre a través de la puerta y se sintió la peor persona del mundo. ¿Cómo era que tenía el atrevimiento de hacer llorar a su madre de esa manera? Muchas veces la había visto llorar en relación con él, pero jamás le había hecho llorar por otra cosa que no fuera su enfermedad. Sabía que esta vez había sido por su indiferencia y su insensibilidad; y, sin embargo, eso era algo que podía evitar, siempre había querido hacer algo para no lastimarla, su madre había sido la principal razón de que, a pesar de lo mucho que odiaba todos aquellos tratamientos a los que se sometía, lo hacía sin protestar y con la esperanza de que algún día lograría que su corazón se fortaleciera. Todo para poder seguir viviendo y ver a su madre feliz.

Así que luego de que se desperezó, decidió bajar y compartir un rato con su familia.

-Hijo... ¡qué alegría que hayas decidido bajar! Ahora mismo iré a servir la comida, ¡Jiseok, vamos a comer, ven ya! -Y su madre se fue hasta la cocina con una enorme sonrisa en su rostro.

Jiho trataba de comportarse lo más normal posible. Pero la verdad era que se sentía realmente muy mal. Se sentía débil, y esto se debía a lo poco que había comido últimamente, la falta de medicamento desde hacía ya varios meses y el debilitamiento progresivo de su corazón a la falta de este. Caminó como pudo hasta el comedor donde aguardaría hasta que su madre y su hermano lo acompañaran pero por más que intentó llegar, no lo logró.

-¡Jiho! -gritó su madre tras regresar al escuchar un golpe sobre el piso. Había sido Jiho que de pronto había caído, se había desplomado en el suelo. La mujer corrió apresuradamente para auxiliar a su hijo, trató de despertarlo hablándole, gritándole, sacudiéndolo, pero nada funcionaba. Temía lo peor-. ¡Jiseok, ven pronto! ¡Jiho se desmayó! ¡Jiseok! ¡Jiho...!

Los desconsolados gritos de la señora Woo lograron llegar hasta oídos de su hijo mayor quien se encontraba en el jardín trasero de su casa, supo a qué se debían y su preocupación invadió su ser, no podía pasarle nada a su hermano, no podía permitirse perder a su hermanito y no permitiría ver a su madre sufrir por la pérdida de un hijo. Llegó hasta el comedor, donde estaba su madre en el suelo junto al cuerpo de su hermano, inconsciente. Rápidamente levantó el delgado cuerpo de Jiho y junto a su madre se fueron al coche para llevarlo inmediatamente al hospital.

Heart AttackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora